Expertos difieren de la efectividad del "bombardeo" de nubes

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Autor: Cooperativa.cl

A nivel internacional se asegura un 10 a 15 por ciento de efectividad.

En tanto, desde la Dirección Metereológica de Chile sostienen que este método no solucionaría la sequía.

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Tras el alto nivel de sequía registrado en varias regiones del país, especialmente en las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, anunció un "bombardeo" de nubes para aumentar el nivel de precipitaciones pronosticado para este año.

ImagenAnte esta iniciativa, el gerente general de Hidromet, empresa de asesorías meteorológicas, Miguel Martínez, comentó que este procedimiento se ha implementado con éxito en países como Estados Unidos, China, Israel y Venezuela, países en donde existe una política de Estado preocupada por los posibles episodios de sequía.

Según explicó Martínez, el "bombardeo", conocido también como "siembra de nubes", garantiza un 15 por ciento más de lluvias respecto a las precipitaciones que se registran en forma natural, pero para aplicarlo se debe esperar el ingreso de un sistema frontal al país.

"La técnica es básicamente inyectarle el químico, el yoduro de plata, a la nubosidad ya que con eso se aumenta la inestabilidad de la nube, se logra un traspaso de agua líquida a cristales de hielo, lo que produce una liberación de calor, provocando la inestabilidad de la nube", explicó.

Comentó además que "nosotros lo hemos aplicado ya, fuera de Chile, en dos países más, y hemos logrado incrementos del 13 al 18 por ciento aproximadamente" y añadió que "a nivel mundial siempre se habla entre un 10 y un 15 por ciento de aumento" en las lluvias.

Según el experto, aplicando este método en un año ligeramente seco se obtendría, en la región de Valparaíso por ejemplo, el equivalente a dos embalses Peñuelas y tres embalses Los Aromos.

Por otro lado, a opinión del meteorólogo Juan Quintana, de la Dirección Metereológica de Chile, la estimulación de precipitaciones podría incrementar el nivel de lluvias pero en un nivel muy bajo, por lo que no solucionaría la sequía.

"La evidencia científica no avala muy bien este método. Es un aporte muy mínimo, pensando que cada vez que tenemos lluvia en la zona central, por ejemplo en Santiago, los sistemas frontales son del orden de los 10 a 20 milímetros cada vez que pasa un frente. Por lo tanto hablar de un 10 por ciento de aumento es casi un milímetro o dos milímetros más por cada evento de precipitación", puntualizó.

Durante la década de los 90, el país también pasó por una intensa sequía, razón por la cual el entonces alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, implementó la medida, pero fue un fracaso.

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