El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, manifestó este jueves que en el sector "hay un desencanto con el resultado" del proyecto recién aprobado para establecer un impuesto en favor del Estado por la explotación de la minería del cobre y litio, conocido como royalty minero.
En la víspera, el Congreso terminó de aprobar y despachó a ley tras casi cinco años de tramitación esta iniciativa que estima recaudar recursos equivalentes al 0,45% del PIB.
En conversación con Cooperativa, el líder de la institución gremial reconoció que "hay sentimientos encontrados", ya que "siempre es bueno que una ley sea despachada porque eso significa que termina la incertidumbre que se produce durante toda su tramitación".
Riesco sostuvo que el proceso "ha sido difícil" para el gremio "para convencer a la autoridad de varios argumentos", de los cuáles "muchos fueron tomados y contribuyeron a mejorar el proyecto de ley en su tramitación".
Pese a lo anterior, "hay un desencanto en cuanto al resultado, porque es indudable que las tasas de contribución, que son el doble de las que hoy día rigen para el impuesto específico de la minería cuando se superan 50 mil toneladas de producción, es algo que nos inquieta, porque eso va a recargar a las empresas", indicó.
Para el presidente de la Sonami, la discusión de la iniciativa se centró "mucho en el último tiempo en el tope de contribución o tributación total", y en el gremio creen que "si hacemos un promedio de lo que significaría para la empresa, vamos a perder competitividad con mercados que también son destinos de inversión en materia de minería y eso también nos preocupa".
En ese sentido, Riesco dijo que ven con preocupación que, cuando la ley se aplique, "podemos tener algunos efectos en varios proyectos o que no se van a expandir cómo debieran por tener desincentivos en sus nuevas inversiones, o proyectos nuevos que puedan hacerse y que ojalá no sean abortados producto de que esta tributación excede lo que pueden soportar, por sus costos y por sus leyes".
"IMPUESTO AFECTA DIRECTAMENTE EL MARGEN QUE OBTIENEN LAS EMPRESAS"
El líder gremial aseguró que, dentro de los efectos, el impuesto aprobado por el Congreso "afecta directamente el margen que obtienen las empresas de las operaciones", apuntando que la tasa mínima se irá al 8% de su escala más baja, que actualmente es de 4%.
Respecto a ese punto, explicó que "hay varios proyectos de mediana importancia que podrían expandirse, podrían aumentar producciones y que van a resultar afectados por esa duplicación de la tasa", anotando que la tasa máxima, que ahora es de 14%, "se va a ir a un 26% de margen que obtiene la empresa en su operación y eso no es bajo en ninguna parte del mundo".
Sobre la pregunta de la valoración del fin del periódo de incertidumbre del sector con el proyecto, entendiendo que ahora debería haber mayores inversiones, apuntó en El Diario de Cooperativa que lo aprobado "es un factor de incertidumbre que puede afectar decisiones de inversión, no es el único".
NECESITAMOS DE LA AUTORIDAD CENTRAL UNA POLÍTICA PARA DINAMIZAR EL SECTOR
El presidente de la Sonami dijo creer que "hay una oportunidad para dinamizar el sector, pero necesitamos de la autoridad central una política, y más bien un convencimiento, que hasta ahora no lo hemos encontrado".
Así, expuso que se ha visto lo destacado por el Ministerio de Minería respecto al destino de los fondos, "pero hemos tenido poco apoyo en cuanto a compromisos de poder incrementar la actividad del sector".
"Nosotros siempre encontramos que era un mal proyecto, ya que el componente ad valorem -que ataca directamente a las empresas- creemos que van a afectar a empresas y vamos a dimensionar ahora cómo se adaptan. Pero sin duda los dueños verán disminuidos sus dividendos producto de que tienen que hacer un mayor aporte al Fisco, que no es menor", expresó.
Así, Riesco dijo que "lo que hubiera preferido mil veces es que se hubieran atendido los argumentos y hubieramos llegado a cifras que no tuvieran el grado de afectación que pueden tener las que se aprobaron, ese hubiera sido el ideal".
Lo anterior, ya que "dijimos desde el principio que el sector entendía que, frente a las necesidades que se planteaban de garantizar ciertos derechos, nosotros reconocimos que la minería tenía que hacer un aporte y estuvimos dispuestos -desde el prinicipio- a hacer una discusión al respecto, pero lamentamos no haber podido influido como nos hubiera gustado", sentenció.
