El director del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile, Benjamín Suárez, y el experto Alejandro Clement descartaron tajantemente que el vertimiento de salmones haya causado la marea roja que afectó a la isla de Chiloé.
Ambos expertos participaron en el seminario "Marea roja, mitos y realidad: una mirada desde la ciencia", realizado este viernes en la Universidad de Santiago, en el que se analizaron las anomalías climáticas que causaron este fenómeno.
"Se generó un diagnóstico equivocado en un principio, que vinculó en forma directa que el vertimiento de los salmones era la causa de la marea roja, y eso generó espuma, pero hay que generar diagnósticos objetivos", sostuvo Clement.
Clement subrayó que las anomalías climáticas que se generaron a inicios de este año y que permitieron la extensión de este fenómeno fueron los desplazamientos hacia el sur de la deriva del viento del oeste y la presencia de un nicho abierto de fitoplancton como consecuencia de la corriente de El Niño, entre otros.
"Existen estudios usando sondas en los segmentos realizados por la Universidad de Concepción donde se puede datar la presencia de Alexandrium catenella hace 800 años atrás. Distinto es el aporte que genera la acuicultura. Analicemos cada una de esas cosas, pero no las mezclemos, porque eso generará confusión y diagnósticos equivocados", precisó.
"Esto ha sido disfrazado de mucha denuncia, mucha acrimonia, mucho flyer, y creo que hay un problema científico-tecnológico real que hay detrás de eso (...) una pregunta válida que permanece es si esto puede incidir en la intensidad, extensión o modulación por factores ambientales por una intervención de este tipo", recalcó Suárez.
Propuestas a futuro
Para Suárez, uno de los aspectos importantes que se deben tener a cuenta en el futuro son "una mayor coordinación entre el Ministerio de Salud y Sernapesca, y que el monitoreo de las zonas costeras debe ser constante, de aquí en adelante, debido a este fenómeno oceánico que nunca se previno".
Por su parte, Clement propone "generar valor agregado en los productos que son comestibles y sanos desde el punto de vista de la inocuidad alimentaria frente a la marea roja, como los erizos y el pescado, porque el evento se puede volver a repetir".
Finalmente, el experto resaltó la importancia de la "difusión, capacitación y educación en forma muy fuerte y rápida en las comunas costeras, antes de que suceda el problema, para que los niveles de incertidumbre bajen y la gente se pueda informar lo más adecuadamente posible".