Este martes comenzará a regir la Ley de Portabilidad Financiera, que permitirá a las personas y las empresas cambiarse de bancos u otras entidades con mayor facilidad y sin grandes costos.
La nueva ley permitirá a los usuarios cambiar sus productos como cuentas corrientes, tarjetas de crédito, créditos hipotecarios o créditos de consumo de institución financiera a través de un formato estándar, en el que las personas podrán comparar costos, intereses y comisiones y así entregar más competencia al mercado financiero.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, indicó que esta iniciativa irá "en beneficio de los consumidores, que este debiera ser un paso muy importante hacia algo que nos debiéramos ir moviendo que es lo que se llama la Banca Abierta, que gira sobre este mismo principio, pero hace mucho más fácil el compartir todos los datos que están detrás de una cuenta bancaria".
De la misma manera, el presidente del Banco Estado, Sebastián Sichel, sostuvo que "este proceso simplifica lo que antes era difícil. ¿Qué puedo transferir? Todo. Y ¿entre quiénes? Entre todos. No es solo entre los bancos, también puede ser nuestras tarjetas del retail, las que tenemos con el supermercado, todos los productos que tenemos con una caja de compensación".
Si se desea cambiar, el proceso consiste en que el cliente debe solicitar un certificado de liquidación a su proveedor actual y al que se cambiará, indicar los productos que quiere cambiar y a qué institución, para lo que habrá un plazo de siete días hábiles para ver condiciones y entregar ofertas.
En el caso del cierre de un producto financiero, la institución deberá encargarse de los trámites correspondientes.
El gerente de la Asociación de Bancos, Luis Opazo, dice que la medida permitirá a la gente "la búsqueda de mejores condiciones. Ya sean en tasas, ya sean en plazos u otros servicios conexos al banco o la institución con la cual está evaluando una nueva relación comercial. Un factor que no es menor, es que muchos clientes puedan buscar reestructurar su estructura de financiamiento", como consolidar varios productos financieros en uno.
Para la economista y académica de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) Marcela Vera las personas deben tener ciertos cuidados, en especial cuando se trata de renegociar créditos.
"Cuando se produce el proceso de renegociación, lo que ocurre es que muchas veces el costo total del crédito, que es el ítem en el que tienen que fijarse los hogares para poder generar una buena negociación es muchas veces mucho más alto a lo que ya estaban pagando. Eso es producto de los seguros, producto que están tomando un nuevo crédito, producto de los intereses, que son distintos. Si observamos las tasas de intéres, las tasas que habían el año 2019 eran mucho más bajas de las que observamos ahora", explicó la experta.