El ministro de Hacienda, Mario Marcel, alista los pormomeros para afinar los últimos puntos con diversos sectores antes de revelar el nuevo pacto fiscal que, como se autimpuso el Gobierno, debería presentarse antes del 31 de julio.
El lunes, Marcel mantendrá una última reunión con las comisiones de Hacienda de la Cámara y el Senado, mientras que el martes recibirá a las pymes que esperan recibir un borrador de la propuesta.
El vicepresidente de Conapyme, Héctor Sandoval, manifestó que su gremio "tomó la decisión de continuar en la mesa hasta el final y cuando tengamos el borrador definitivo podamos tomar una decisión de si respaldar lo que se nos está proponiendo en la medida que se acoja todos los planteamientos que tienen que ver con toda la informalidad existente".
LA ESTRATEGIA PARA AVANZAR EN EL CONGRESO
Al cierre de la semana, Marcel sostendrá reuniones con Demócratas, la DC, el Partido de la Gente y Evópoli, mientras que desde la UDI y Republicanos no han mostrado interés por asistir, situación similar en la que se encuentra Renovación Nacional.
El nuevo pacto fiscal sostendrá cuatro puntos distintos, una estrategia que el Gobierno decidió llevar para facilitar su trámite en el Congreso. Los cuatro puntos son:
- Evasión, elusión y excedentes
- Pymes y la informalidad
- Impuesto a la renta
- La modernización y el gasto público.
Al respecto, el senador socialista e integrante de la Comisión de Hacienda José Miguel Insulza consideró interesante esta estrategia que, destacó, "cubre todos los temas".
"Está bien la división en cuatro proyectos que cubre todos los temas, me parece bien discutirlos uno a uno. Ahora, en la práctica es un sólo acuerdo", dijo Insulza quien se mostró pesismista respecto a lograr los votos de la derecha.
El jefe de la bancada de diputados de RN, Frank Sauerbaum, advirtió que su partido "no está disponible" para aprobar "una reforma que sólo sea recaudatoria".
No obstante, "sí lo estamos para aprobar y avanzar en un proyecto que termine con una serie de elusiones, evasiones y exenciones tributarias, que pudieran recaudar casi el 1,2% del Producto Interno Bruto, lo que sumado al royalty, sumaría alrededor de 6 mil millones de dólares, lo suficiente como para, por ejemplo, pagar el aumento de la PGU y otros beneficios sociales".