La medición destaca sus características positivas, pero asegura que aún falta modernización.
Las lagunas previsionales, la desigualdad de género y la exclusión de adultos mayores aún quedan pendientes.
Chile lidera la medición a nivel latinoamericano.
Chile avanzó dos posiciones en el Índice Global de Pensiones Melbourne Mercer 2018 (MMGPI), llegando hasta el octavo lugar y superando a Nueva Zelanda y Suiza.
Según publicó El Mercurio, Chile alcanzó un puntaje de 69,3, bastante alejado del 80,3 de Holanda y 80,2 de Dinamarca, los países que lideran la medición, que toma en cuenta los factores de adecuación, sostenibilidad e integridad.
El país se mantiene en la categoría B del ránking, que significa que es un "sistema que tiene una estructura sólida con numerosas características positivas, pero tiene áreas de mejora que lo diferencia de un sistema de categoría A".
El gerente general de Mercer Chile, Diego Guaita, explicó que la sostenibilidad es un factor clave para el buen posicionamiento del sistema nacional, ya que otros modelos muestran desequilibrios, especialmente en materia financiera.
"Cuando los sistemas de pensiones son muy generosos, conllevan que el gobierno deba buscar una manera de financiarlos y para eso se acude a impuestos o reducción de beneficios. En Chile esto no ocurre: si bien sabemos que es un modelo que se debe perfeccionar, su funcionamiento es sostenible en el tiempo", planteó.
Chile permanece liderando la medición a nivel latinoamericano, por sobre Colombia y Perú, que están en la categoría C+, Brasil en la C y México y Argentina en la D.
El estudio también concluye que existen serios problemas para los sistemas de reparto, ya que al no tener recursos para financiar el descalce entre población activa y jubilados, debido a una mayor expectativa de vida y la disminución de los nacimientos.
Posibilidades de avance
La medición plantea que el sistema chileno se debe modernizar con el fin de llegar a una categoría A, elevando el porcentaje de cotización obligatoria, incrementando la edad de retiro y promoviendo la participación de los adultos mayores en la fuerza laboral.
Junto a esto, recalcan que se debe avanzar en la inclusión de los trabajadores independientes en el sistema, optimizando las pensiones mínimas para los funcionarios de menores ingresos.
El CEO de Mercer aseveró que "la baja cobertura de las mujeres, las lagunas previsionales y la exclusión del adulto mayor son algunos de los desafíos que aún quedan pendientes. Si miramos al resto de la región, vemos países que funcionan con modelos de reparto, pero con una población que está envejeciendo cada vez más, lo que genera otro tipo de problemas. El sistema chileno es bueno, pero también es perfectible".
Guaita añadió que también se debe tener en cuenta la mayor esperanza de vida de quienes ingresan al sistema laboral, ya que vivirán más que quienes se retiran, por lo que el 14 por ciento no es suficiente.
"Hay que desarrollar una flexibilidad en este campo, para prolongar la vida activa y demorar la jubilación", precisó.
