Guillermo Larraín y la reforma previsional: Hay que hacer un esfuerzo para conciliar dos miradas antagónicas

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Autor: Cooperativa.cl

El exsuperintendente aseguró, sin embargo, que "la solidaridad y el esfuerzo individual no son dos valores" que se contrapongan, sino que "se necesitan".

"No podemos llevar 12 años discutiendo una reforma y no hayamos logrado ponernos de acuerdo", reprochó en Cooperativa.

Guillermo Larraín y la reforma previsional: Hay que hacer un esfuerzo para conciliar dos miradas antagónicas
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El exsuperintendente de Pensiones Guillermo Larraín llamó a las fuerzas políticas a abrirse al diálogo para "conciliar dos miradas que hay que se presentan como antagónicas" respecto a la reforma previsional que anunció esta semana el Gobierno de Gabriel Boric, que propone un sistema mixto entre lo público y lo privado, con un pilar de solidaridad.

El economista enfatizó en El Diario de Cooperativa que "la reforma de pensiones es absolutamente necesaria de avanzar, no podemos llevar 12 años discutiendo una reforma y no hayamos logrado ponernos de acuerdo".

Por ello, instó, "hay que hacer un esfuerzo por buscar formas de conciliar dos miradas que hay que se presentan como antagónicas, pero que con un poquito de buena voluntad y creatividad se pueden hacer complementarias".

A juicio del académico, por ejemplo, "la solidaridad y el esfuerzo individual no son dos valores antagonistas", por el contrario, "se necesitan, porque en la vida diaria simultáneamente hacemos esfuerzos por salir adelante y se premia el esfuerzo de las personas, pero también hay muchas cosas que nos pasan y no tienen que ver con nuestros esfuerzos, porque nos enfermamos, nacimos en una familia que no nos dio suficiente capital social, porque tuvimos que emigrar, hay razones que marcan nuestra vida".

De esa forma, planteó que se podría llegar a "un compromiso que deje tranquila a la izquierda, porque hay solidaridad y hay un Estado que permita atender a los grupos en mayor necesidad, y también a la derecha en la medida que los recursos se utilicen bien y los gestiones actores privados".

En ese sentido, apuntó que "el sistema de seguridad social debe estar equipado para dar incentivos a la cotización y para acoger a aquellas personas que tengan problemas y necesiten solidaridad".

El profesor de la Universidad de Chile respaldó que la iniciativa contemple un 6 % de cotización adicional, con cargo al empleador, enfocado en el componenente colectivo. "Es evidente que el Estado tiene muchas necesidades, y la idea de crear recursos que permitan sustentablemente financiar las pensiones reclama para que el financiamiento venga por el lado del 6 % hacia un esquema que permita solidaridad, es algo que no se puede desdeñar".

En ese marco, puntualizó que "habrá que ver el detalle porque hay bastante confusión respecto de qué se está entendiendo" respecto al uso que tendrá ese porcentaje: "Yo entendí que el 6 % adicional va a descomponerse en dos: un 70% a una cuenta personal, a nombre de una persona, y con el 30% el Estado va a hacer transferencias para favorecer grupos que ameritan un trato especial".

"En principio, el 30% del 6% irá a un fondo común que se va a distribuir homogéneamente entre todas las personas: una persona de ingresos muy altos cuyo 30 % de esa cotización es bastante plata, va a contribuir más de lo que va a recibir; por el contrario, una persona que gana 400 mil pesos va a recibir más porque contribuye desde un nivel de cotización bajo", complementó.

"NO SON ESTRICTAMENTE CUENTAS NOCIONALES"

A propósito de una de las ideas que rondan tras la presentación de la reforma, Larraín consideró que el fondo de ese componente solidario "no son estrictamente cuentas nocionales".

"Estas cuentas, que son un invento europeo, estaban pensadas para hacer que sistemas de reparto empezaran a incorporar elementos de capitalización sin capital, porque son una promesa que tiene que ver con los aportes previos. En Chile no necesitamos ese sistema porque partimos con capital. No tiene sentido hablar de cuentas nocionales acá, porque lo que hay son platas que irán a una cuenta personal, cuyo uso son para pensión, y la diferencia con la cuenta de capitalización individual debiera ser que cuando la persona fallece y no tiene beneficiarios de sobrevivencia no sería heredable", explicó.

NUEVA ESTRUCTURA DE INVERSIÓN "PERMITIRÁ MAYORES RENTABILIDADES"

La reforma también reorganizará el pilar contributivo para poner fin a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que serán reemplazadas por los inversores de pensiones privados (IPP) y un ente estatal llamado Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA). A la vez, las actividades de soporte del sistema -que hoy realizan las AFP- se concentrarán en el Administrador de Pensiones Autónomo (APA).

Con esa estructura que se propone, Larraín expuso que, "aun cuando todavía hay que aclarar algunas cosas, en principio la propuesta permite que los recursos se gestionen de una forma distinta: cuando uno tiene su plata en la AFP, como se puede cambiar de fondo y de AFP, estas deben tener invertida esa pata en muchos instrumentos de muy corto plazo, porque si uno decide cambiarse la AFP va a tener que vender instrumentos para comprar otros, y eso hace que los tipos de instrumentos sean los que rinden poca plata".

"En el sistema que se plantea no va a haber la posibilidad de cambiarse de una AFP a otra, porque va a ser un fondo único, ni tampoco cambiar de estrategia porque va a haber una definición que tiene que ver con un colectivo de personas. Lo que va a permitir es que el gestor de los fondos no tenga que tener instrumentos de muy corto plazo que no rindan nada y van a poder invertir en instrumentos de largo plazo que rindan más. Hay una diferencia en términos de gestión que va a permitir acceder a rentabilidades mayores y a instrumentos que las AFP hoy no tienen", destacó.

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