El ministro de Hacienda, Mario Marcel, advirtió que observa una postura "contradictoria" en actores políticos y del sistema financiero y previsional, entre los cuales -planteó- hay críticos de la reforma tributaria que impulsa el Gobierno y que a la vez emplazan a que el Estado se haga cargo con sus recursos del componente de solidaridad en materia de pensiones.
"Uno encuentra algunas contradicciones. Tenemos en el mundo político y los actores del sistema gente que dice que el Estado financie con impuestos todo lo que quiera de solidaridad, pero también se oponen a la reforma tributaria", reclamó en El Diario de Cooperativa.
Se da "una ecuación difícil de resolver", reprochó, enfatizando que "hemos sido bien claros: necesitamos la reforma tributaria para financiar la ampliación de derechos sociales, entre ellos el aumento de la Pensión Garantizada Universal a 250 mil pesos, que va a ocupar más o menos un tercio de la recaudación".
"No se puede querer chicha y chancho", cuestionó recurriendo a un clásico chilenismo, porque "no puedo decir que el fisco financie todo con sus recursos, pero no le permito subir los impuestos, no calza".
Con todo, llamó a los sectores políticos a no atrincherarse y avanzar con la tramitación de la reforma previsional anunciada anoche por el Presidente Gabriel Boric, una propuesta que Marcel destacó como "bastante equilibrada".
"Hace cerca de siete años que la Comisión Bravo presentó su informe, y desde entonces hemos tenido dos iniciativas fallidas, una bajo el segundo Gobierno de Bachelet y otra en el segundo de Piñera. Debemos tener conciencia de que hay una necesidad urgente de una reforma de pensiones y hay que ser pragmáticos, ya pasamos los tiempos de las ideologías en la materia. Tenemos que preocuparnos de lo que pasa con la gente", sostuvo.
En ese sentido, dijo confiar en que la discusión puede llegar a buen puerto. "Me parece que hay conciencia de que una reforma previsional no se puede seguir postergando", comentó.
QUÉ FINANCIARÁ EL 6 % ADICIONAL
Sobre el detalle de la reforma, el jefe de la billetera fiscal expuso que "lo que se propone es un sistema mixto donde contribuyen el Estado, los trabajadores y los empleadores, que ahora sólo pagan la contribución al seguro de invalidez y sobrevivencia", y que "se apoya en tres pilares: la PGU, la capitalización individual y el Seguro Social que se crea", este último con el 6 % de cotización adicional con cargo al empleador.
"Con este sistema mixto, que es privado y público, las personas van a obtener sus pensiones con el producto de los tres pilares: la PGU, la capitalización individual y el Seguro Social", remarcó.
Desmenuzó que "el 6 % va a financiar tres cosas: beneficios para los propios cotizantes, con este mecanismo redistributivo en que una parte se agrega proporcionalmente a la cuenta personal y otra que es un monto fijo prorrateado entre todos los cotizantes, que hará que las personas de menores rentas vayan acumulando una mayor cantidad de recursos".
También se hará cargo de "las mejoras de las pensiones de los pensionados actuales (...) se va a determinar como 0,1 UF por cada año de cotizaciones, por lo que va a premiar a las personas que han cotizado más tiempo (...) y de todos los elementos más propios de un seguro, en el sentido de compensar el costo que para las mujeres por tener una expectativa de vida mayor, un aporte por años dedicados al cuidado de personas discapacitadas o adultos mayores, un bono de maternidad".
Además, aseguró que "el fondo del seguro social, al ser un fondo colectivo y de largo plazo, va a ser mucho más estable en el tiempo, no va a estar sujeto a la volatibilidad de corto plazo" como suele ocurrir con las cuentas individuales en las AFP.
La reforma también busca acabar con el modelo de las AFP, para dar paso a la creación de inversores de pensiones privados (IPP) -sociedades anónimas con el objeto exclusivo de gestionar las inversiones de los ahorros de las cuentas de capitalización individual-, y sumar un ente estatal llamado Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA).
Con la reforma, los IPP "deberían competir y deberían surgir más inversores privados de pensiones", resaltó el titular de Hacienda.
SIN "COMISIONES OCULTAS", UN ASPECTO QUE SE "SIMPLIFICARÁ"
Marcel explicó también que "todo el tema de comisiones se va a simplificar significativamente".
Actualmente "se paga la administración de cuentas, la administración de fondos y además están las comisiones que se cargan al fondo de pensiones para las inversiones en el exterior, en las llamadas comisiones ocultas. Y es un sistema que se aplica sobre la renta de las personas", contextualizó.
Pero con la propuesta, subrayó, "de todo eso se pasa a una sola comisión, por la inversión de los fondos, que va a ser aplicada sobre el saldo del fondo del trabajador".
"Los trabajadores no van a pagar por la administración de sus cuentas, eso lo hará un ente público que será la contraparte de las personas y cumplirá todas las funciones administrativas del sistema, mediante una plataforma que será financiada por el Estado", concluyó.