Michèle Labbé, investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad San Sebastián, cuestionó en El Primer Café la nueva propuesta del Ejecutivo para la reforma de pensiones, asegurando que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda".
Labbé sostuvo que "cuando uno lee el documento -lo leí ayer-, llama la atención de que es igual a la propuesta original que se hizo en la Cámara de Diputados de 3-3, donde además del 3% tenemos un 2% que se va a cuentas individuales".
"El documento indica que del 3% de capitalización individual se va a sacar el porcentaje a transferencias intrageneracionales y no deja claro eso, que en la propuesta original era 70-30 y probablemente sea un número muy similar. Por lo tanto, lo que va a cuentas individuales es un 2,1% del 6%", agregó.
Para la académica, "aunque la mona se vista de seda, mona se queda: (a esta iniciativa) le cambiaron los nombres, le cambiaron los apellidos, la vistieron bonita, le pusieron faja, le tiñeron el pelo, pero sigue siendo la misma mona".
"No tiene ningún sentido hacer una reforma para tener que volver a hacer una reforma a futuro, porque si además tenemos envejecimiento en la población, ¿con qué plata se van a pagar los famosos bonos de reconocimiento?", preguntó.
Labbé dijo que "entiendo que el punto que hace el gobierno es mejorar las pensiones actuales, pero no puede utilizar para ello la plata de los trabajadores". De todos modos, la nueva propuesta "tiene cosas buenas, yo creo que siempre es posible tomar las cosas buenas".
