Arturo Martínez alegó que la cifra de 193 mil fue "impuesta" por el Gobierno a una mayoría que la rechazaba.
En el PS aseguran que "no existen" las relaciones con La Moneda.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez, lamentó este jueves la aprobación, ayer en el Congreso, del reajuste del salario mínimo propuesto por el Gobierno (hasta 193 mil pesos), que quedó lejos de la meta de 250 mil pesos que se autoimpuso la multisindical en el mes de mayo y que tampoco cumplió la expectativa de 200 mil que surgió del propio oficialismo, con Carlos Larraín (RN) a la cabeza.
A juicio de Martínez, lo emanado del Parlamento "es un salario mínimo que sale deslegitimado, producto de que no tuvo mayoría y fue impuesto por la vía del veto" presidencial, tras sucesivos rechazos en la Cámara de Diputados y el Senado.
"Es un salario mínimo que no responde ni da claridad con respecto a lo que es la demanda de los trabajadores", agregó el dirigente.
"Nosotros queremos insistir en que el debate del salario mínimo es un debate que tiene un carácter social, fundamentalmente. Es indudable que hay que verlo desde el punto de vista técnico por la situación del crecimiento, de la inflación, pero el salario mínimo tiene una connotación social que no estuvo presente en el ministro de Hacienda ni en la ministra del Trabajo", sentenció.
 |
| El salario mínimo que salió del Congreso ayer "no responde a la demanda de los trabajadores", dijo el líder de la multisindical. (Foto: UPI) |
La reacción opositoraEn tanto, desde la oposición y de cara a la tramitación de futuros proyectos, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, denunció la falta de actitud dialogante por parte del Ejecutivo.
"El problema que tenemos es que la relación entre el Gobierno y la oposición no ha existido, salvo en casos muy puntuales en que el Gobierno ha tenido disposición de dialogar, entonces no es un problema de que (tras el debate por el reajuste) las relaciones quedan resentidas o no resentidas: las relaciones no existen" en realidad, dijo Andrade.
"Lo que mejor grafica lo que estoy señalando son las declaraciones que hace ayer el ministro de Hacienda (Felipe Larraín), cuando dice: 'Estamos disponibles al diálogo'... ¡Es que los gobiernos no están 'disponibles al diálogo', los gobiernos tienen que tener actitudes proactivas de diálogo!" obligatoriamente, "ellos tienen que promoverlo", alegó el diputado.
En este sentido, "no basta con que el señor ministro diga que está disponible; lo que importa es saber si el ministro va a tomar alguna iniciativa de diálogo" ante la futura tramitación de la Ley de Presupuesto, del reajuste a los empleados fiscales y la postergada discusión de la reforma tributaria, concluyó.
