En la Corte Suprema comenzaron este martes los alegatos del recurso de nulidad presentado por la defensa del cineasta nacional Nicolás Javier López Fernández, acción que busca dejar sin efecto el juicio que lo condenó a cinco años y un día de cárcel por dos delitos de abuso sexual contra mujeres, cometidos en 2015 y 2016 en la Región Metropolitana.
La primera en tomar la palabra fue la abogada del realizador, Paula Vial, quien acusó una excesiva presión mediática y de las redes sociales, e incluso de los gobiernos de Sebastián Piñera y Gabriel Boric, para empujar la condena.
Señaló, en esta línea, que los magistrados del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar "le hablaron a la galería, no al derecho", al recordar que el caso salió a la luz en 2018 mediante un reportaje de la revista Sábado de El Mercurio.
"La presión fue la estrategia, la develación en un artículo de un diario de gran circulación, pero sobre todo con una gran repercusión en redes sociales con la contaminación de relato. La estrategia supuso que desde lo comunicacional se obligara, empujara y amedrentara a todo aquel que estuviera en posición de juzgar en esta causa, poniendo en riesgo la libertad de los jueces. En este caso, los jueces no fueron capaces de abstraerse y sucumbieron a la presión de las redes, que llegó a tal que incluso existió intervención de autoridades de Gobierno, tanto del anterior al momento de publicarse los reportajes, como de este al discutirse el juicio", planteó.
Asimismo, la jurista cuestionó supuestas "contradicciones" en el relato de una de las víctimas: "En 2017, un par de años después de la supuesta ocurrencia de los hechos, (la mujer) reconoce expresamente en un audio que le envía a mi representado -y que fue conocido por el tribunal, pero que consideró parcialmente- que no habría existido nunca ni siquiera un beso", sostuvo Vial.
"Dice: 'Hola, encontré muy fome lo que pasó porque como que te vi y me dio alegría, y después me llegó un rumor de una chiquilla de la fiesta que tú estabai diciendo que había tirado y que habíamos agarrado. Dime por favor cuándo, y si eso es verdad, porque me muero de lata'... Esta confesión espontánea, de que los hechos no habrían ocurrido, que además se dan en un contexto de conversación donde Nicolás le responde 'nunca ha pasado nada entre nosotros', confirma la total ausencia de hechos", continuó Vial.
"CONVICCIÓN MÁS FUERTE QUE LA PRUEBA"
La fiscal Lorena Parra, sin embargo, desestimó que haya discordancias en los detalles de los hechos investigados.
"Aquí no hay ningún cambio de lugar: siempre es el departamento (de López), es en el primer piso, el mismo día, en las mismas circunstancias (donde ocurre el abuso) y le hace tira un lazo de cuero, porque hay un forcejeo. ¿Y qué hace la víctima? Le rasga una polera de algodón que él llevaba puesta, de cuello redondo y sin botones; la describo porque no es fácil rasgar una polera de esas características, y esa polera se incauta en diciembre del 2018 en el departamento del señor López, dos años después", expuso.
"Es verdad, (en esta causa) no existen testigos directos, pero sí existe prueba que corrobora y habla por sí sola, y si uno la suma, logra crear la convicción incluso más fuerte que la propia prueba directa", expuso.
La persecutora reprochó, en tanto, que "la señora defensora la basa (su argumentación) en una vulneración al principio de inocencia y sostiene que los testimonios serían incoherentes y que no estarían corroborados por una prueba distinta, y para ello hace alusión a la perspectiva de género".
Ante ello, explicó que "ésta solo implica juzgar con la eliminación del sesgo para quien esté presente, pero no indica de manera alguna, así lo recoge el fallo, invertir la carga de la prueba o solo bastarse con el testimonio de la víctima, porque a la víctima hay que creerle porque es víctima; no es así, y tanto que el tribunal, con esta misma perspectiva, no logró la convicción por otros hechos que acusaba el Ministerio Público (delitos de violación y ultraje público) y emitió un veredicto absolutorio".
López fue condenado en mayo del año pasado, y aguarda en libertad la resolución del caso, luego de que, en una bullada decisión, la Suprema dejara sin efecto la prisión preventiva que el TOP de Viña del Mar había decretado que el productor cumpliera mientras tanto.
El fallo sobre el recurso de nulidad será redactado por el ministro Leopoldo Llanos, de la Segunda Sala del máximo tribunal, y se conocerá el próximo 6 de febrero.