"No hay pretensiones", dice Daniela Vega, de cambiar la mirada de los chilenos o de crear conciencia sobre la transexualidad o la discriminación, para la actriz, protagonista de "Una mujer fantástica" de Sebastián Lelio, el corazón de la cinta es la búsqueda de la dignidad de "Marina", su personaje.
Vega, actriz transexual, explicó a Cooperativa que "nosotros estamos haciendo una obra de arte y estamos contando una historia de amor, que está alineada por la transexualidad de 'Marina', pero no es el centro universal del relato, el centro universal del relato es que Marina busca la dignidad y que 'Marina' busca despedirse de su amor a cualquier costo".
"'Marina' es un personaje contenido que necesita el amor que se le ha arrebatado, que la vida le ha quitado, pero que sabe que debe continuar viviendo, por lo que también ella busca poesía en lugares desérticos, dignidad en lugares violentos, justifica la existencia humana desde la libertad y la dignidad porque para ella es importante entender que uno no debe de perderse en el otro y solo hacerlo en si mismo. Ella se pierde para encontrarse luego y esa búsqueda y ese encuentro terminan por ser el viaje emocional de la película", relató.
Vega aseguró que "pretendemos preguntarnos, cuestionarnos los lugares de moralidad, nuestros lugares de empatía, más que responder lugares o conquistar y abanderarse por responder cosas. Es más que nada cuestionar la sociedad, cuestionar el amor, cuestionar la empatía, cuestionar el respeto, cuestionar la dignidad humana a través de estos personajes que viajan en esta constante marea emocional".
Una película 'transgénero'
La actriz aseguró que "para mí personalmente ('Una mujer fantástica') es un pasticcio, los pasticcio eran trabajos u óperas que mezclaban otras óperas, que cortaban y pegan otras cositas para crear otra cosa nueva".
"A qué me refiero con que es un pasticcio a que tiene de cine policial, tiene de cine dramático, tiene de cine fantástico, medio fantasmagórico, romántico, hay una cantidad importante de lenguaje cinematográfico dentro de la película y por eso que Sebastián Lelio la llama siempre una película 'transgénero' porque traspasa los géneros cinematográficos", dice.
La transición social de Chile
Efectivamente Chile en este momento está pasando por un proceso de transición emocional, siento yo, un proceso de transición social, esa transición deberíamos o pretendo yo vivirla con relajo y con calma porque Chile es un país que procesa muy lento las cosas y efectivamente hay una ley que se está pseudo discutiendo, pero ahí está durmiendo".
Sobre lo más crudo al momento de rodar la cinta, que tiene algunas escenas de violencia, fue "la escena del auto, la escena del auto en donde la familia de 'Orlando' me lleva obligada y pasan cosas muy violentas, esa escena fue la que más me costó hacer porque nos lo tomamos con mucha seriedad y había que darle realismo a esa escena y entonces hubo que trabajar con la violencia de manera medida, pero la violencia se nos escapa, pero por ahí fue una escena difícil de hacer".