Alfredo Castro y Paulina García, dos titanes juntos en "Algunas bestias"
La cinta del joven realizador Jorge Riquelme compite en el Festival de San Sebastián por el premio a los Nuevos Directores.
La cinta del joven realizador Jorge Riquelme compite en el Festival de San Sebastián por el premio a los Nuevos Directores.
Los actores Alfredo Castro y Paulina García son dos gigantes de la interpretación que no habían coincidido en un filme como protagonistas, hasta que llegó el joven realizador Jorge Riquelme, sin mucho más que ofrecerles que entusiasmo, y les convenció para protagonizar "Algunas bestias".
La película, segunda del director chileno, compite en el Festival de San Sebastián por el premio a los Nuevos Directores y tiene serias papeletas para conquistar al jurado: no solo por la pareja de titanes al frente de la historia, sino por un guion único, franco y demoledor y porque Riquelme tiene 'su' modo de hacer cine.
"Nos dio un guion que era un soporte y grabamos como escenas teatrales con largos planos secuencia en las que a veces el poco tiempo que teníamos nos metía en lugares bien riesgosos", explica a Efe la ganadora del Oso de Plata en Berlín por su papel en "Gloria" (2013), la película que más alegrías le ha dado.
Riquelme ocupó todos los lugares: escribió, dirigió, produjo y montó. Un esfuerzo agotador. Rodó en diez días -lo que normalmente precisa cinco o seis semanas- y hubo una entrega absoluta por parte del elenco.
"Me atrajo de él esta cosa guerrillera que tiene y me gustó su enojo, porque pidió ayuda en muchos sitios y nadie le respondió. Al final nos dijo: tengo una cámara y un equipo de tres personas, van conmigo o no", revela Castro en conversación con Efe.
García añade: "El estado chileno es muy mezquino con los directores nuevos y tuvimos que hacerla sin ayuda de ningún tipo; esto creó una instancia nueva que nos hizo participar de una manera más drástica, había urgencia y estábamos metidos en una isla. Así que nos enfocamos y, visto lo loco que era lo que nos pedía, decidimos seguir la locura".
Riquelme afirma que esta es la forma de abordar el cine que le ha tocado, sin esperar al dinero: "Fui creando un sistema en que los actores fueran el sustento de la película, con un guion simple, con acciones concretas, sin diálogos, porque no puedo llevar a cabo un guion convencional; ese yo lo llevo dentro y se lo transmito a los actores, en el set solo yo sé qué hay escrito".
"Algunas bestias" es una cinta radical que sigue a una familia aparentemente como todas. Una abuela, rica hacendada y marimandona salvo con el marido, un hombre débil y capitidisminuido que depende económicamente de ella; una hija casada en un matrimonio flojo que quiere que les vayan adelantando la herencia y dos adolescentes, un chico y una chica con una rara relación de hermanos.
Un fin de semana que los hijos quieren convencer a los viejos de que inviertan en un negocio para convertir la casa en un hotel rural se convierte en un calvario por la repentina desaparición del hombre que maneja el barco que puede sacarlos de la isla. Pero no solo por eso.
Así, con un cuarto del presupuesto que hubiera querido, Riquelme dependía totalmente de que sus intérpretes cubrieran "las deficiencias de producción con entrega, compromiso, amor y mucho vínculo".
"Siempre pensé en ellos, no solo por lo grandes interpretes que son sino porque en esto que propongo no se puede priorizar el ego o la fama, eso tiene que quedar atrás (...). Rodamos casi como documental, y eso requiere una mística y una disciplina: no permito celular, ni conversaciones".
Es, dice Riquelme, "cuestión de confianza". "Incluso no les cuento todo para que estén en permanente estado de alerta y de incomodidad: es lo que tiene la vida misma".
García añade que sus personajes "son un 'pantallazo' de lo que el modelo económico está generando en Chile, una realidad terrible: una pareja que sobreprotege a la familia, y con eso la ahoga, y encima piensa que es lo correcto. En eso hay un salvajismo, una relación radical, que se vuelve bestial".
Castro cuenta que su "bestia" es "un hombre que fue importante en su momento y se ve arruinado y dependiente del dinero de su mujer", una realidad muy común en Chile, dice, donde muchos hogares son sostenidos por las mujeres.
Y Riquelme explica de qué va su película: "Es una familia con sus cimientos podridos, abajo está toda la mierda, que es reflejo de lo que pasa en Chile y en el mundo entero. Falta correr esa alfombra y ver lo que no queremos ver. Es cierto que para cuando el espectador ve a dónde vamos con la película ya está encerrado en esa habitación". ¿Alguien se anima?.