Luis Gnecco y "No" en Cannes: Aunque Pinochet perdió, su sistema triunfó
La película tuvo una gran recepción de la prensa especializada en el festival.
El director Pablo Larraín y el actor Alfredo Castro están también en la cita internacional.
La película tuvo una gran recepción de la prensa especializada en el festival.
El director Pablo Larraín y el actor Alfredo Castro están también en la cita internacional.
La película chilena "No" del director Pablo Larraín ya inició sus actividades en el Festival de Cannes, como parte de la Quincena de Realizadores. Tuvo una más que auspiciosa primera pasada ante la prensa especializada, que la ovacionó, y ahora se preparan para su estreno oficial. En medio de esos preparativos, el propio Larraín, junto a los actores Luis Gnecco y Alfredo Castro, conversaron con Una Nueva Mañana sobre lo que está provocando la revisión fílmica del plebiscito de 1988.
Larraín comentó que están "felices de poder mostrar al mundo la manera en que Pinochet fue derrotado".
Gnecco, por su parte, consideró que la buena recepción inicial fue "bien sorprendente, porque en las funciones de prensa es todo muy frío, ven la película y se paran a hacer sus notas, pero acá la gente se quedó, aplaudieron, de verdad fue muy emotivo".
Estimó que "se está leyendo bien la película, está clara en sus códigos", agregando que "ya hay comentarios especializados importantes que dicen que no entienden por qué una película de este nivel no estaba en la selección oficial".
Por otra parte, explicó que a los profesionales internacionales presentes en el certamen "les interesa mucho la mirada que hay de la relación entre publicidad y política. Y cómo, aunque Pinochet perdió, el sistema triunfó y hasta el día de hoy somos todos presas de él. Eso les llama mucho la atención".
Ni izquierda ni derecha quedan bien
Alfredo Castro, que personifica al realizador de la franja del "Sí", comentó que cree que "en Chile va a ser un gran impacto. Los chilenos (presentes en la proyección) estaban impactados y emocionados. Porque es muy fuerte la película para nosotros".
En ese sentido, especificó que la película "deja a la izquierda y a la derecha en un lugar muy poco amable, frente al tamaño dolor de quienes fueron masacrados como personas, simbólicamente y realmente. Algún tipo de derecha y alguna izquierda quedan muy mal, como ha sido históricamente en la realidad. La película es muy dura en ese sentido y muy inteligente, también".
Concordando con su colega Gnecco, reflexionó también sobre la particularidad del proceso histórico: "Se derrota a un dictador, por primera vez en el mundo, mediante un sistema de votación que él mismo elige, un plebiscito, lo que ya es una tozudez, una ridiculez, políticamente, que un dictador llame a un plebiscito. Fue bastante extravagante, y la izquierda usó todas las armas de la derecha para derrocarlo".
Concluyó afirmando que "la película trata de cómo nos tratamos tan mal a nosotros mismos. Da en el clavo en eso. ¿Qué va a pasar? No lo sé, creo que la gente lo va a querer ver, porque es un resumen de nuestra historia hasta hoy, nos retrata bien como somos, qué hemos hecho, lo mal que lo hicimos, la supuesta transición y el sistema tan perverso que nos domina".