Schwarzenegger lanza un alegato ecologista en Cannes con "Wonders of the sea"

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Autor: Cooperativa.cl

El actor presta su voz al documental para concienciar a la gente de la necesidad de proteger el planeta y de no esperar a que otros den el primer paso.

Schwarzenegger lanza un alegato ecologista en Cannes con
 EFE

"Wonders of the sea 3D" es codirigido por Jean-Michel Cousteau, hijo del célebre oceanógrafo francés Jacques-Yves Cousteau.

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El actor y ex gobernador de California (EE.UU.) Arnold Schwarzenegger presta su voz y repercusión mediática al documental "Wonders of the sea 3D" para concienciar a la gente de la necesidad de proteger el planeta y de no esperar a que otros den el primer paso.

"Dejarle un mundo mejor a la próxima generación es nuestra responsabilidad, no pensar solo en nosotros, sino en la comunidad. Nosotros le decimos a la gente mira (el océano), disfrútalo, y luego querrás protegerlo", señala en el Festival de Cannes (Francia) ante periodistas.

El intérprete de clásicos como "The Terminator" produce también esa cinta codirigida por Jean-Jacques Mantello y Jean-Michel Cousteau, hijo del célebre oceanógrafo francés Jacques-Yves Cousteau, que durante más de cinco décadas ha proseguido la labor de su padre en defensa de los mares.

Su documental, en tres dimensiones, preciosista y con una calidad de la imagen hipnótica, que sumerge al espectador en aguas de Fiji o las Bahamas, busca distribuidores en el mercado del Festival de Cannes y pretende llegar al público con un enfoque educativo y no culpabilizador.

"Al movimiento ecologista le ha fallado la comunicación porque siempre habla de cambio climático. La gente no entiende qué significa y no tiene efecto", lamenta este actor que pide orientar el enfoque a las actuales muertes por polución, a los empleos que crea la economía verde y a la importancia de la independencia energética.

Schwarzenegger, de 69 años y que fue gobernador republicano, acudió a Cannes por primera vez en 1977 con "Pumping Iron". Esa cinta llegó a convertirse en "la Biblia" de los culturistas y de ésta espera que consiga el mismo impacto en materia ecologista.

"Entonces no imaginaba que iba a hacer una película sobre medio ambiente, pero así es la vida. En aquellos días lo más importante era mi cuerpo y ahora, que soy mayor y más sabio, es la salud y fortaleza del planeta".

El documental, que sigue a la familia Cousteau en algunas de sus inmersiones, subraya que la vida depende de los océanos y deja que las cifras hablen por sí solas, al evidenciar por ejemplo que más de 3.500 millones de personas dependen de ellos para alimentarse.

Con la intención de mostrar su diversidad y belleza, pero también su fragilidad, confía en que la audiencia se conciencie y se sume a la lucha por su defensa.

"La gente debe entender que tiene el poder de hacer algo. (...) No esperes a la ONU ni al Gobierno federal. Al presidente se le ve como un dios y no lo es. Obama no pudo aprobar ni un solo proyecto de ley medioambiental, solo órdenes ejecutivas, y en cuanto llegó Trump se las cargó", añadió el actor.

Con esta implicación ecologista y en favor de los más desfavorecidos, Schwarzenegger (Thal, Austria, 1947) dice seguir las enseñanzas familiares.

"Crecí en una familia humilde. No teníamos mucho, pero lo que sí teníamos, y creo que es mucho más importante que la electricidad o un equipo de TV, era el amor de los padres. (...) De mi padre aprendí: 'Sé útil, hagas lo que hagas", dijo el actor, que usa su poder ahora "para algo bueno".

Comparte esa misma intención con Cousteau, presente igualmente en la Croisette, donde su padre ganó en 1956 la Palma de Oro por "Le Monde du silence", documental sobre las exploraciones submarinas de su histórico barco Calypso.

De haber tenido entonces la tecnología actual, y no la cámara de 9 milímetros con la que empezó, cuenta su hijo, él habría "hecho lo mismo" que ellos ahora: "Su sueño era hacer más cosas, ir más lejos, poder estar más tiempo" sumergido.

El codirector es optimista sobre la capacidad que tenemos de desviarnos de un modo de vida y producción que conduce actualmente a la destrucción de la vida submarina, y deja claro que, en caso contrario, las consecuencias son irreversibles.

"Somos la única especie que tenemos el privilegio de decidir si desaparecer o no. La naturaleza ya estaba ahí antes de que llegáramos, y puede continuar después", concluye un hombre que, "en 72 años de buceo", admite no haber visto antes lo mostrado en este documental.

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