El Gobierno iraní felicitó este lunes al cineasta Asghar Farhadi por su segundo Oscar a la mejor película en lengua extranjera, así como por su decisión de no acudir a la gala en protesta por las medidas migratorias de EEUU.
"Orgulloso de los actores y el equipo de 'The Salesman' por el Oscar y por su posición contra el veto a los musulmanes", escribió el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en su cuenta oficial de Twitter.
El jefe de la diplomacia iraní se refirió así al boicot de Farhadi y de la actriz protagonista Taraneh Alidoosti a la gala en protesta por la suspensión de visados a los nacionales de siete países de mayoría musulmana, entre ellos Irán.
Esta decisión, ahora paralizada por los tribunales estadounidenses, fue contestada por Teherán con la adopción de medidas recíprocas.
"Los iraníes han entregado cultura y civilización durante milenios", expresó Zarif.
"Ley inhumana"
En la misma línea, el primer vicepresidente iraní, Eshaq Yahangiri, alabó a Farhadi tanto por su "valioso trabajo" como por "tomar la decisión correcta de no asistir a la ceremonia de los Oscar".
Este boicot, según el vicepresidente iraní, es una defensa a su país "contra la inhumana medida tomada por el presidente Donald Trump".
En representación de Farhadi acudieron al teatro Dolby de Los Ángeles dos prominentes iraníes-estadounidenses, de los que la ingeniera Anousheh Ansari, conocida por ser la primera mujer turista espacial, leyó un discurso escrito por el cineasta.
"Mi ausencia es por respeto a la gente de mi país y las otras seis naciones que han sido ofendidas por la ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes a EEUU", afirmó Ansari en nombre del realizador, que ya consiguió una estatuilla por "A Separation" (2011).
"The Salesman" derrotó a "Land of Mine" (Dinamarca), "A Man Called Ove" (Suecia), "Toni Erdmann" (Alemania) y "Tanna" (Australia).
Días antes de los Oscar, los directores de estas películas condenaron en un comunicado conjunto el clima de "fanatismo y nacionalismo" que se vive en EEUU y en otras partes del mundo.
La 89 edición de los Oscar estuvo marcada por las críticas a Trump y a sus controvertidas políticas, en especial las migratorias.