Estrellas del cine chino como Jackie Chan o el director Feng Xiaokang, que también tienen el cargo de asesores políticos en el régimen comunista, protagonizaron una inusual petición de menor censura en la sede del Legislativo nacional, alegando que afecta a la taquilla y a la calidad de sus trabajos.
La petición se produjo en un comité de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), reunido en el Gran Palacio del Pueblo, cuando célebres artistas que forman parte de este órgano -similar a una cámara alta- se quejaron ante líderes comunistas de las trabas que para su arte supone la omnipresente censura.
"No hagan que los directores tiemblen de miedo cada día", dijo Feng, director de filmes "Big Shot's Funeral", "Assembly" o "The Banquet", considerado uno de los directores más taquilleros del cine chino actual y que rebeló que alguno de sus éxitos comerciales casi no superó el corte de los censores.
"Actualmente, acabar con una película depende de unos examinadores... ¿es que su patriotismo, juicio político y gusto artístico son mejores que los nuestros?", señaló Feng, citado por la versión web del diario "South China Morning Post", en una reunión que inicialmente iba a ser una rutinaria revisión de informes.
Jackie Chan, estrella del cine de artes marciales y uno de los actores chinos más conocidos internacionalmente, se unió a las quejas señalando que si una película sufre muchos cortes de la censura, su taquilla "sufrirá mucho y tendrá desastrosos resultados para los productores".
Chan, quien también ha dirigido y producido varias películas, aseguró que algunos de sus amigos de la industria del cine se arruinaron por esta razón.
"Si las películas chinas no se toman en serio su comercialización, difícilmente podrán superar a Hollywood", destacó la estrella hongkonesa, conocida en China por sus polémicas declaraciones a los medios.
Feng se lamentó de que China permita películas estadounidenses como "White House Down", en las que la Casa Blanca es en la ficción destruida por atentados terroristas, "algo aceptable para las autoridades chinas porque muestran que el capitalismo es caótico".
"Sin embargo, los filmes chinos no pueden hacerlo porque por lo visto no tenemos violencia ni corrupción policial", señaló con ironía, "y los directores no pueden avergonzar a China".