La historia de los 33 mineros chilenos atrapados bajo tierra durante más de dos meses ha llegado a los cines de China con una de las cápsulas que se fabricaron para salvarlos, expuesta desde este jueves en una popular sala de Pekín.
Pintada de azul, rojo y blanco -los colores de la bandera chilena-, una de las cápsulas fabricadas por la Armada de Chile para el rescate de los mineros daba hoy la bienvenida a los ciudadanos que acudieron al cine en uno de los centros de ocio de la capital.
La Embajada chilena en Pekín presentó allí "Los 33", la película chileno-estadounidense de la directora mexicana Patricia Riggen que narra el derrumbamiento de la mina de San José en 2010 y el rescate de los mineros que permanecieron sepultados a 700 metros de profundidad durante 69 días.
"Chile no suele acaparar muchos titulares (...) Pero, según se ha calculado, 1.000 millones de personas siguieron el rescate de los mineros. Fue un momento extraordinario", resaltó el embajador chileno, Jorge Heine, en la presentación del filme en Pekín.
El largometraje se podrá ver en 10.000 salas de toda China, gracias a la compañía Yunnan Film Group, que financió parte del proyecto, si bien su presidente ejecutivo, Lun Zhang, rechazó desvelar la cantidad exacta de esta inversión.
El actor español Antonio Banderas interpreta a Mario Sepúlveda, el "Súper Mario" que actuó como líder del grupo y se hizo famoso por su gran desparpajo haciendo de presentador de las transmisiones que se hacían desde la mina una vez que se estableció comunicación con el exterior.
En la presentación del filme, el embajador alabó la fuerza de los mineros, 32 chilenos y un boliviano, para superar las dificultades y sobrevivir, así como los trabajos de rescate, que se han convertido, dijo, en un caso de estudio "fascinante".
Heine además destacó que lo logrado en la mina de San José fue un ejemplo del éxito de la cooperación internacional.
En el rescate, señaló el embajador, participaron muchos países, incluido China. La empresa Sanyi Group aportó maquinaria para ayudar en los trabajos, como retroexcavadoras, precisó.
Tras salir de la proyección, muchos ciudadanos chinos dedicaron unos minutos a fotografiarse junto a la cápsula expuesta en la calle, una pieza clave de este capítulo de la historia de Chile que se expone de manera permanente en las afueras de Pekín desde 2014.