Uwe Boll es un ícono, a su manera.
Nacido en Alemania hace 51 años, el realizador ha sido reconocido en múltiples círculos como "el peor director de cine del mundo".
Su carrera, compuesta por cerca de 30 obras, ha sido vilipendiada tanto por la crítica especializada como por los fanáticos, especialmente de los videojuegos, ya que éstos últimos fueron su "especialidad", con cintas como "House of the Dead", "Alone in the Dark", "BloodRayne", "Postal" o "Far Cry, entre otras.
Y es que Boll se caracterizó por la realización de adaptaciones de juegos criticadas por su pésima calidad, su poca fidelidad a la obra original, sus imágenes sensacionalistas y su carencia de estructura.
A través de su productora, el alemán ha sumado fracaso tras fracaso en taquilla, generalmente gastando más de lo que finalmente recaudan sus obras. Por ejemplo "In the Name of The King: A Dungeon Siege Tale" (2012) costó 60 millones de dólares y obtuvo solo 12 de recaudación.
"El mercado está muerto, ya no se puede ganar dinero con las películas porque el mercado de los dvd y Blu-ray ha caído un 80% en todo el mundo durante los últimos tres años. Ese es el auténtico motivo: ya no me puedo permitir hacer películas", declaró el director en el diario Metro de Toronto, Canada.
"No puedo volver a la escuela de cine porque ya he hecho un montón de películas, y a edad no puedo ponerme a hacerlas cada vez más baratas. Es una vergüenza. Me encantaría seguir haciendo películas, pero no es rentable", declaró.
Es así como Boll anunció que dejará el cine, arte que le otorgó el poco honorífico premio "Razzie", la versión opuesta al Oscar, a la peor carrera cinematográfica en 2008 y que también "lo premió" en varias otras ocasiones.