"Spider-Man: No Way Home": el mejor relato que pudo crear Marvel
La nueva cinta de Sony y Marvel es un regalo para cualquier persona que se considere fanática del personaje arácnido.
La nueva cinta de Sony y Marvel es un regalo para cualquier persona que se considere fanática del personaje arácnido.
Hasta antes su llegada a los cines, "Spider-Man: No Way Home" se convirtió en la película más esperada de la historia, algo que, coincidentemente, había sido la chapa de las últimas cintas de Marvel de su fase 3. Pero con esta nueva entrega encabezada por Tom Holland, confirmó ser la pieza mejor lograda del MCU.
Son espléndidas dos horas y media (desde el primer minuto hasta la segunda escena post-créditos, que en realidad no es una escena) que demuestran una narrativa divertida, emotiva, a ratos insólita y que es un regalo para cualquier persona que se considere fanática del personaje arácnido.
La trama, ya anunciada en los tráilers que batieron todos los récords, muestra a Peter Parker de Tom Holland enfrentado a la revelación de su identidad, lo que trae caos a su vida y a su entorno cercano. Por ello, recurre a "Doctor Strange" para que lo ayude y le pide un hechizo para que la humanidad olvide que "Mysterio" lo delató al final de "Spider-Man: Far From Home" de 2009.
Este encuentro entre Parker y Strange, y el resultado de la "ayuda" traen finalmente el "multiverso" a las películas de Marvel, que había salpicado en sus exitosas series durante este año.
Es este "multiverso" la piedra angular de la película de Jon Watts. Si las últimas "Avengers" apelaron a la "épica" y a los guiños de los cómics, acá es el mundo de Peter Parker el protagonista. Lo demuestra el regreso de los cinco villanos de dos sagas anteriores y con una sorprendente importancia de "Doctor Octopus" de Alfred Molina y "Duende Verde" de Willem Dafoe.
Abrir el "multiverso" en una película, con las limitaciones que eso conlleva, era un desafío que Watts junto a los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers pudieron ganar. Un relato difícil pero que los propios personajes en la pantalla logran expresarlo en simple, con genialidad y mucho humor.
Otro punto destacado es lo visual, que trae de vuelta las escenas vertiginosas que se vieron en la primera "Doctor Strange" con una secuencia entre "Spidey" y el "Hechicero Supremo", y una batalla final en la Estatua de la Libertad que, aunque no es grandilocuente, sus protagonistas hacen mantener la mirada fija en cada movimiento.
Es, sin dudas, la pieza más atractiva que ha tenido el MCU y abre la puerta para una nueva etapa de la saga. El desafío será cómo contarlas próximas historias para al menos nivelar lo logró "Spider-Man: No Way Home".