La vida de "Camila" (Paulina Moreno) está al borde de enfrentar un cambio radical. La joven estudiante de danza quedó embarazada de su novio "Simón" (Camilo Carmona), y la inevitable propagación de la noticia va de la mano con la ilusión de quienes la rodean, ante la inminente llegada de un bebé. Pero "Camila" es víctima de la incertidumbre, no está segura de ser madre, ante lo que deberá enfrentarse a una compleja decisión.
"7 semanas" se llama el nuevo estreno chileno que irrumpirá en las pantallas locales a partir de este 8 de diciembre, está inspirado en un hecho real y explora las implicancias sociales y personales que rodean al aborto.
Se trata de la ópera prima de Constanza Figari, que debutará después de que la realizadora se alzara como ganadora Festival Cine de Mujeres 2014, en la categoría Ficción de Escuelas Nacional, gracias a su cortometraje "Eugenia".
En la previa al debut de "7 Semanas", la directora conversó con Cooperativa sobre el origen, las perspectivas y las proyecciones, que tiene para esta obra, que a la vez fue su proyecto de título en la carrera de Cine de la Universidad del Desarrollo.
Ser promocionada como "basada en una historia real" siempre se perfila como un plus para las producciones, ¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad tiene "7 Semanas"?
Tiene de realidad que fue un caso verídico en el que nos basamos y que nos inspiró para realizar esta película, en primer lugar. Si no fuera por ese caso en específico, nosotros no habríamos tomado en consideración hablar de esto. A partir de eso, empieza a nacer esta necesidad de contar esta historia, armar un personaje que tuviera un viaje similar al que tuvo la persona a la que le ocurrió esto.
Tú trabajaste con ella, hablaron detalles... ¿Qué fue lo más complicado de abordar la historia de esta persona?
No fue tan complicado porque ella es una persona que está muy tranquila con su decisión, pero lo único complejo de trabajar con esta persona es que hay que proteger su identidad, como en este país es ilegal abortar y el juicio social que se ejerce sobre la persona que lo hizo es durísimo, siempre hemos tenido que preocuparnos de no decir quién fue o no decir tampoco a quienes entrevistamos o de quienes obtuvimos testimonios. Yo trabajé muy de cerca con esa persona, para poder empaparme un poco de sus emociones, sensaciones, de las cosas que vivió y sintió, para poder tener una construcción de personajes lo más real posible y adaptarlo a una ficción que funcionara en el público de hoy.
El cine chileno recientemente ha estado buscando material de inspiración en sucesos que han ocurrido o que están en discusión en la sociedad local, ¿Es un beneficio para la película que el aborto sea un tema latente en Chile?
Es un beneficio de todas maneras, porque de alguna forma se está notando que la gente quiere hablarlo y se está haciendo una comparación con otros países donde el aborto ya es legal en tres causales o más. Y nos estamos dando cuenta de que nosotros no hemos avanzado en esa discusión. Me parece que nuestra película presenta, expone, desde un lugar que va a permitir poner sobre la mesa este aborto mayoritario que hoy en día ocurre en Chile, que no tiene que ver con las tres causales, sino que con razones de no querer o poder ser madre, ya sea por una mala situación económica, una mala relación de pareja o el problema personal o emocional de una mujer. Se está notando que queremos conocer estos casos, que hay que hablarlos y hacerlo desde un lugar ya no desde un prejuicio, sino desde un espacio más respetuoso y empático.
¿Es muy conservadora la sociedad chilena como para llegar a enfrentarse a "7 semanas"?
Es una sociedad efectivamente muy conservadora, pero la película está hecha a partir de esto. Nosotros sabíamos que Chile es un lugar difícil para hablar estos temas, por lo tanto la construcción del personaje y la historia la hicimos a partir de eso. Tratamos de caminar en un viaje que pueda permitir que, tanto personas conservadores como liberales, puedan empatizar.
¿Los prejuicios pueden echar a perder la experiencia de ver la película?
Va a ser interesante llegar con un prejuicio a ver la película, porque lo que nosotros estamos proponiendo es acabar con ellos. Esta es una película que invita a hablar no desde el prejuicio, sino que de la empatía, entonces creo que va a ser interesante ver como funciona eso. No creo que sea malo que la gente llegue a verla con prejuicios, pero sí sería malo que por un prejuicio dejaran de verla.
Cuando te planteas hacer este proyecto ¿era uno de tus objetivos motivar el debate en torno al aborto o sólo querías establecer tu propio punto de vista?
Ambas cosas están ligadas. A partir desde este punto de vista se puede abordar la discusión desde otro lugar, ese otro lugar es el que queríamos mostrar, que es este aborto producto de un embarazo no deseado, donde una mujer está en la disyuntiva de ser o no ser madre. Así las dos cosas están absolutamente ligadas en el objetivo de nuestra película.
¿Sientes como una triple graduación esto de haber sacado esta película como tu proyecto de título, obtener buenas críticas en Valdivia y ahora estrenarla comercialmente?
Estamos contentísimos con los resultados que hemos obtenido. Desde que decidimos hacer esta película nuestro objetivo siempre fue llegar a las salas. Se está cumpliendo un sueño por el que hemos trabajado desde hace dos años ya.