A la cita en el Espacio Broadway asistieron 12 mil personas
Miami Horror, Mac de Marco y Empire of The Sun destacaron también en la larga jornada.
Morrissey fue la estrella más esperada del evento.
El escurridizo sol de esta temporada acompañó la edición 2015 del Festival Movistar Primavera Fauna, que en su nueva edición reunió a unas 12 mil personas en el Espacio Broadway y que estuvo marcado por la presencia de Morrissey, el debut de The Cardignas en Chile y la energía de la electrónica y el indie rock
Todo comenzó pasadas las 12.00 del día, todavía con escaso público, pero con puntualidad. Bandas como Inky y Föllakzoid abrían los fuegos, mientras el calor arreciaba. Solo los más valientes presenciaban a esa hora lo que ocurría en uno de los escenario electrónicos, donde Vaskular desarrollaba sus beats.
Aún bajo el implacable sol de las 14.30 horas, el dream rock de los norteamericanos Diiv atraía también unos centenares de curiosos, aunque muchos preferían los quitasoles y los cojines dispuestos por la organización o deambulaban esperando por los números estelares.
Derroche de acrobacias
Entre éstos, Miami Horror fue uno de los primeros en hacer bailar a los miles que ya se ubicaban frente al Movistar Stage, con un espectáculo vibrante y energético, que incluyó el delirio de los vocalistas Benjamin Plant y Josh Moriarti, quienes se turnaron para deambular por el alto andamiaje del escenario o sumergirse en la audiencia para cantar y bailar con la gente.
Wild Nothing, entre tanto, calentaba el ambiente en el Ray-Ban stage para la llegada de los esperados The Cardigans, que fue el primer número de gran convocatoria con su debut en Chile, luego de la cancelación de última hora en 2013.
La disparidad de los headliners
Pero aunque la espera había sido larga para los fanáticos desde los tiempos de mayor repercusión de la banda sueca en los años noventa, el show del grupo de Nina Persson fue más tibio que candente, sin espectacularidad y sin desatar demasiadas pasiones. Muchos se sentaron en los pastos mientra se desarrollaba una presentación algo monótona, pese a las palabras de empatía de la vocalista y donde solo fueron puntos más altos los hits radiales del pasado.
Mac de Marco, por el contrario, atrajo a sus numerosos fanáticos al escenario paralelo, con un espectáculo pop tan alegre y chispeante como el que lo presentó en 2014. Luego se dedicó a interactuar con sus fanáticos desde el balcón del palco VIP, justo en medio de uno de los espectáculos más esperados de la noche.
El ritmo letárgico y post rock de Explosions in the Sky a eso de las 20.15 horas no provocó euforia, pero si interés y elogios de quienes valoraron su virtuosismo y dieron satisfacción a la espera de más de 15 años por su debut en el país.
La estrella de la noche
Pero desde siempre fue claro que el más esperado del día era Morrissey, quien ofreció su segundo concierto en Chile luego de lo hecho el miércoles 11 de noviembre en Movistar Arena.
El idolo de la música británica desplegó un repertorio similar al show individual, aunque con la inclusión de algunos temas distintos. Todo comenzó con la majadera misma media hora de videos relativos a sus influencias culturales, que al igual que en la presentación anterior, terminó con pifias. Al salir a escena, sin embargo, ante el largo público expectante, quedó claro que su sola presencia elevaba el peso artístico del festival, no sólo de esta edición, sino de su historia completa.
Los obvios recuerdos de The Smiths como "How Soon is Now" y otros clásicos de su carrera solista como "Alma Matters", "Suedead" o "Everyday is like sunday" se combinaron con puntos altos de su carrera solista reciente. En "Meat is Murder" volvió a presentar el crudo documental sobre los terribles abusos que sufren los animales al ser asesinados y procesados por las industrias de la carne, llamando otra vez a la conciencia. "Dejen de comer carne, por favor" fue su interpelación a la audiencia.
"You have killed me" fue una de las concesiones que hicieron diferencia en relación al repertorio del show del miércoles, al igual que el homenaje a las víctimas de los atentados ocurridos el viernes en Francia. Su repudio a las guerras religiosas fue acompañado por la proyección de la bandera gala en la pantalla gigante, para luego interpretar "I'm Throwing My Arms Around Paris" en tributo.
El concierto fue más corto que el previo en Santiago, natural por tratarse de un festival, aunque se le notó de mejor humor que en aquella ocasión.
El cierre
Mientras muchos se retiraban tras el fin del concierto de Morrissey, vino el cierre para los más entusiastas cuando ya se sumaban más de 13 horas de música ininterrumpida.
Tras Simian Mobile Disco llegaron los esperados y efervescentes Empire of the Sun, que no decepcionaron con su tremenda puesta en escena llena de colores y luces y su ritmo bailable que movilizó a quienes aún permanecían en el Espacio Broadway. Los bailarines, trajes de los músicos y su sonido espectacular fueron un excelente broche de oro para una jornada musical destacable que, no obstante tuvo algunos puntos bajos fuera de los escenarios.
La larguísima programación de artistas impidió a muchos ver a los australianos por lo tarde de su programación. Quizás hubiera sido mejor idea traer a menos bandas y entregar mejores horarios a las agrupaciones finales.
Punto negro fue también el sistema de alimentación, que obligaba a comprar una pulsera por un mínimo de 10 mil pesos, recargable, para poder obtener comida o bebestibles. El problema fue que el sistema se caía a cada momento, obligando igual pagar con efectivo y provocando larguísimas filas de hasta una hora o más. Eso provocó la aguda impaciencia de los asistentes. La organización debería tener en cuenta que para implementar sistemas innovadores de pago, primero hay que asegurarse de que funcionen a la perfección antes de aplicarlos.
En un ámbito aparte, esta edición de Primavera Fauna culminará realmente este lunes con el sideshow que ofrecerá The Cardigans en la Ex Oz.
