El multitudinario festival Rock in Rio hizo este sábado honor a su nombre y su edición carioca dedicó su segunda noche al rock, con las actuaciones que subieron los decibelios como las de Muse, 30 Seconds to Mars o The Offspring.
La banda británica Muse, con su rock oscuro, cargado de mensajes metafísicos, era la cabeza de cartel y salió al escenario poco después de la media noche, con los acordes pesados de "Supremacy", tema del último disco del grupo, suavizados por la voz de falsete de Matthew Bellamy, que enganchó a los brasileños desde el primer instante.
El poderoso directo de Muse encantó al público, que hoy tenía un perfil más rockero, como era palpable hasta en la indumentaria de muchos de los 85.000 espectadores presentes en la Ciudad del Rock, que en gran medida se decantaron por las camisetas negras típicas de este estilo musical.
En el programa del grupo británico no faltaron sus temas más populares, como "Uprising", "Starlight" o "Survival", canción oficial de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que dejaron para el final del espectáculo, que cerraría Bellamy tocando "Knights" con su armónica.
Antes, el grupo Florence and the Machine puso un toque místico a la noche rockera, con el desmesurado chorro de voz de la intérprete, Florence Welsh, que hizo gala de una gran habilidad para manejar a la audiencia recorriendo el escenario de punta a punta y con un directo poderoso, que inmiscuye al espectador.
El grupo estadounidense 30 Seconds to Mars ofreció un concierto lleno de energía, muy interactivo, con globos, acróbatas, papel picado y en el que sus seguidores se pudieron divertir mucho con las excentricidades de su líder, el cantante y actor Jared Leto.
Leto, ataviado con una camiseta blanca con la leyenda en inglés "Amo a Río", se subió a la tirolina que está instalada frente al Escenario Mundo y voló por encima de decenas de miles de personas poco antes de interpretar la canción "Up in the air", de su último disco y con la que cerró su presentación.
Todos los integrantes de la banda se pusieron también la camiseta de la selección brasileña de fútbol y permitieron que unos pocos espectadores se subieran al escenario mientras tocaban las últimas canciones.
El escenario principal también tuvo espacio para el grupo de rock brasileño Capital Inicial, que invitó al público local al recuerdo con canciones de sus años dorados, a finales de los 80 y a lo largo de los 90.
La adrenalina de The Offspring
Uno de los conciertos más esperados de todo el Rock in Rio era el de la banda californiana The Offspring, que dio un espectáculo lleno de adrenalina con todo su repertorio de éxitos de los años 90.
El "show", de poco más de una hora, dejó con la miel en los labios a un buen número de seguidores debido al menor espacio frente al Escenario Sunset, el segundo escenario del festival, donde tocó la banda californiana por decisión de la organización, no exenta de polémica.
Los seguidores se apiñaron frente al escenario abarrotado y muchos se tuvieron que conformar con ver el concierto desde un lateral, donde no llegaba con plenitud el sonido de los altavoces, lo que generó protestas en el sector del público afectado.
El Sunset también carece de las enormes pantallas del escenario principal, por lo que los seguidores más bajos de estatura tuvieron que seguir la interpretación del cantante Dexter Holland a través de las pantallas de los teléfonos con cámara con los que los más altos grababan el concierto.
El Rock in Rio comenzó este viernes, con Beyoncé como cabeza de cartel y ofrecerá otras cinco noches de conciertos, hoy domingo y entre el jueves y domingo de la semana próxima.
Este domingo el programa tiene un perfil de pop adolescente con el cantante y actor Justin Timberlake como principal estrella, además de Alicia Keys y Jessie J.