10 discos controversiales del metal
Hay álbumes y etapas de ciertas bandas que un sector de fans o a veces hasta los propios músicos querrían olvidar.
Estos son algunos de esos casos.
Hay álbumes y etapas de ciertas bandas que un sector de fans o a veces hasta los propios músicos querrían olvidar.
Estos son algunos de esos casos.
Que el público metalero es uno de los más fieles de entre todos los géneros es un lugar común que la mayoría de las veces se comprueba, pero del mismo modo también es cierto que cuando algo les incomoda, no perdonan a nadie y se acordarán toda la vida de cualquier "caída". Y esto vale tanto para los grandes "monstruos" del estilo como para cualquiera más pequeño.
En el primer caso, la historia está llena de consagrados que en algún momento perdieron el rumbo o cometieron el "pecado" de probar algo distinto. Para eso nos vamos a colgar del cumpleaños número 49 que celebra hoy el baterista Vinnie Paul, ex Pantera, y la particularidad de dicha banda, que sepultó con la mayor cantidad de tierra posible prácticamente todo lo que hicieron en los 80 como grupo "glam", para hacer borrón y cuenta nueva y presentarse con un perfil absolutamente distinto al comenzar los 90.
En ese caso, fueron ellos los que quisieron dar la espalda a cierta etapa. En otros, son los fans. De todo eso tiene el siguiente repaso, discos que quieran olvidar las bandas o los fanáticos, placas que acumulan detractores y defensores. ¿Cuál consideras el mayor "patinazo"? ¿Hay alguno que crees que ha sido criticado injustamente?
Pantera - Metal magic: No solo cuenta con una horrible portada, sino además el grupo lo desterró para siempre de su actividad en vivoy de su recuerdo.
Metallica - Load: Si bien "St. Anger" suma más puntos negativos en las evaluaciones, fue este el que marcó el gran cambio del grupo, en el que quisieron romper con todo lo "tradicional" del estilo. En su momento ganó mucho odio, con el tiempo ha aumentado la gente que lo aprecia, pero sigue siendo controversial.
Iron Maiden - Virtual XI: "The X Factor" fue el primero tras la traumática salida de Bruce Dickinson y visto a la distancia se trató de un buen conjunto de canciones, pero 'Virtual XI' parece no haber pasado la prueba del tiempo y para el grueso de los fanáticos es el gran "guatazo" de la Doncella.
Megadeth - Risk: Dave Mustaine y compañía no se resistieron a la tentación noventera de probar con géneros alternativos y tuvieron su incursión en esta placa, muy resistida por los amantes del Megadeth más clásico pero defendido por los que le encontraron el sentido.
Slayer - Diabolus in musica: Sus colegas habían ido "cayendo" de a uno en las "garras" de la modernidad pero Slayer seguía siendo el último bastión del thrash puro. Hasta que les tocó a ellos. Muchos seguidores dolidos aún no superan la decepción.
Machine Head - The burning red: Habían partido como caballo inglés con su debut, que marcó toda una época y un sonido. Pero con este, su tercer disco, se sumergieron en una especie de "rapcore" que le provocó indigestión a mucha gente.
Sepultura - Against: La salida de Max Cavalera ya había sembrado la desconfianza entre los fanáticos y el resultado de este primer disco sin su ex líder no alcanzó para revertirla. Más bien todo lo contrario.
Kreator - Endorama: Los líderes del thrash alemán y europeo ya habían probado cosas menos furiosas en su carrera, pero acá incursionaron más fuerte con el rock gótico. Mala jugada para los amantes de la velocidad, aunque por otro lado tiene varios defensores.
Celtic Frost - Cold lake: Si en los 90 los metaleros más radicales tenían entre ceja y ceja a los "aggro", en los 80 el "enemigo" era el glam o hair metal. Por eso cuando Celtic Frost, uno de los pioneros de las tendencias más extremas, sacó esta producción mucho más "taquilla" y cambiando el cuero y las púas por poleras de L.A. Guns, fue ver al crack estrella fichando por el equipo rival. Como consuelo para los dolidos, esta etapa duró poco.
Satyricon - Volcano: El black metal tiene varios ejemplos de bandas que buscaron un rumbo más variado y se encontraron con una avalancha de críticas de los más acérrimos cultores de esta corriente. Este es uno de ellos. Los noruegos Satyricon surgieron en plena vorágine de la famosa escena black de su país y en la siguiente década su búsqueda los llevó a otra propuesta, que a muchos no les gustó, aunque por otro lado también les valió muchos reconocimientos.
Bonus track:
Black Sabbath - Born again: Por sus filas habían pasado Ozzy Osbourne y Ronnie James Dio, dos pesos pesados, y la banda dio un nuevo golpe a la cátedra incorporando como nuevo cantante a Ian Gillan, la voz más emblemática de Deep Purple. La combinación pintaba para explosiva, pero algo no terminó de cuajar, la producción no ayudó mucho y según sus protagonistas se trató de una entrega más bien errática que no los dejó conformes. A varios oyentes tampoco.