El grupo francés de música en línea Deezer, que el martes anunció que renuncia a su planeada salida a bolsa por las actuales "condiciones de mercado", aseguró que dispone de fondos de una anterior operación de ampliación de capital.
En declaraciones publicadas por Le Figaro, fuentes de Deezer afirmaron que "queda dinero" de los 100 millones de euros que se obtuvieron del fondo de inversión Acces Industries, e insistieron en que la empresa "no tiene el agua en el cuello, su modelo de desarrollo ha sido sano".
A ese respecto, recordaron que entre 2007 y 2014 "sólo" se han gastado 30 millones de euros en mercadotecnia, además de avanzar que en las próximas semanas se van a considerar "todas las opciones para su financiación".
El hecho es que Deezer aplazó a una fecha indeterminada una salida a la Bolsa de París en la que esperaba obtener 300 millones de euros que hubiera podido valorar la empresa en unos 1.000 millones, y que debía servir para afrontar la competencia del líder mundial del negocio Spotify y de Apple Music.
En un breve comunicado, justificó esa marcha atrás por las "condiciones de mercado". Una fórmula que se refiere a la inestabilidad que se ha constatado en los últimos días, pero que tampoco es ajena a los resultados algo decepcionantes de Netflix y sobre todo de Pandora.
Deezer, que se creó en 2007 y emplea a 300 personas, cuenta con un catálogo de más de 35 millones de títulos musicales y más de 40.000 programas de actualidad y ocio.
En 2012 había procedido a un aumento de capital en el que entró el fondo de inversión Acces Industries (del propietario de Warner Music, Len Blavatnik), que se convirtió en su primer accionista con un 26 por ciento.
Los fundadores Jonathan Benassaya y Daniel Marhely conservan un 20 por ciento, el mismo porcentaje en un paquete único las discográficas Universal, Sony y Warner, el operador francés de telecomunicaciones Orange un 11 por ciento y el resto se lo reparten otros accionistas históricos (Xavier Niel, los hermanos Rosenblum y los fondos CM-CIC y Idinvest).
El pasado año, su facturación se incrementó un 53 por ciento hasta 142 millones de euros y en 2015 se espera que se superen los 200 millones. No obstante, en términos de resultado sigue perdiendo dinero y no espera ser rentable antes de 2018.
Dice contar con 6,3 millones de abonados, pero en la práctica sólo 3 millones son realmente activos, frente a los más de 20 millones de Spotify.