Salseros y reggaetoneros dejan la música por la religión.
Muchos crearon sus propios templos.
El salsero Alex D' Castro montó la Iglesia Nuevo Testamento de Río Piedras.
Salseros como Alex D' Castro, Richie Ray y Bobby Cruz o el reguetonero Héctor "El Father" son algunos de los artistas puertorriqueños que dejaron la fama y el dinero que les dieron sus respectivas carreras musicales para convertirse en pastores evangélicos.
D' Castro cayó en una depresión que le duró varios años hasta que el 5 de noviembre de 1995 un amigo lo invitó a acompañarlo a una iglesia en donde escuchó el versículo bíblico "Si vienes a mí, yo te restauraré".
Fue en ese momento cuando D' Castro decidió convertirse, superó la depresión y recuperó la voz, según relata el artista, que comenzó a estudiar teología, hizo un doctorado y montó la Iglesia Nuevo Testamento de Río Piedras, en el sector capitalino de San Juan.
D' Castro describe su templo como "un lugar de refrigerio, donde gente mala como yo puede ser restaurada".
El ahora pastor relató que antes de hacerse religioso, se vacilaba a los evangélicos, pero ahora reconoce "el poder de la influencia que tiene el Señor".
Otro artista que también gozó de mucha fama y dinero y ahora es pastor evangélico es Héctor Delgado, conocido como Héctor "El Father" y en su día uno de los principales reggaetoneros boricuas.
Delgado, de 33 años, inició su carrera musical junto a su amigo Tito "El Bambino". Debutaron en 1996 con "No fear" y formaron uno de los dúos más poderosos del reggaetón, que llenaba salas de conciertos por todo el mundo, hasta que en 2004 se separaron.
En pleno apogeo de fama y dinero, Delgado -cuyo grito de "Con los terroristas" se ha hecho mundialmente famoso a través del viral "Harlem Shake"- y un grupo de jóvenes fueron acusados de originar un tiroteo en 2008 en una gasolinera de Puerto Rico a raíz de un incidente con una seguidora a la que no quiso firmarle un autógrafo.
Meses más tarde anunció su retirada de la música para cambiar radicalmente de vida, llevar hábitos más sanos y "servir a Cristo".
Muchos años antes, Richie Ray y Bobby Cruz fueron unos de los primeros artistas de fama mundial que se retiraron de los escenarios y decidieron dedicarse a predicar la palabra de Dios.
En 1974 Ray sintió el llamado de seguir el camino cristiano. La popularidad y ventas de los salseros disminuyeron, pero la canción "Juan en la ciudad", versión salsera de la parábola bíblica del "hijo pródigo" incluida en el disco "Reconstrucción", de 1976, volvió a conquistar los corazones de sus seguidores.
