La industria discográfica de Estados Unidos continuó su transición digital en 2015, con más del 70 por ciento de sus ingresos procedentes de plataformas digitales y descargas, según informó la Asociación de la Industria Discográfica (RIAA).
Los ingresos totales por derechos de autor aumentaron el año pasado un 0,9 por ciento hasta alcanzar los 7.000 millones de dólares, de los cuales más de dos tercios procedieron de servicios de "streaming" y de descargas digitales.
Por primera vez la principal fuente de ingresos fue la categoría de "streaming", con una cuota de mercado del 34,3 por ciento, a través de servicios de suscripción como Spotify o Apple Music, de radios musicales como Pandora o SiriusXM y de canales como YouTube o Vevo.
Los ingresos de esa categoría subieron el año pasado un 6 por ciento hasta superar los 2.400 millones de dólares, por delante de las descargas digitales, que bajaron un 10 por ciento hasta 2.300 millones, y las ventas físicas, que también bajaron un 10 por ciento, hasta casi 1.900 millones.
"Los datos son alentadores pero los retos que afrontamos son muy significativos, porque el consumo de música sigue disparándose pero los ingresos para los artistas no han progresado al mismo ritmo", advirtió en un comunicado el presidente de RIAA, Cary Sherman.
En concreto, criticó que mientras el año pasado se duplicó el consumo de música a través de canales gratuitos con anuncios como YouTube, los ingresos para la industria discográfica a través de esas vías aumentaron a un ritmo mucho menor.
En el apartado digital también destacó el notable aumento del número de personas que optó por las suscripciones de pago, que alcanzó los 10,8 millones de abonados, un 40 por ciento más que el año anterior.
La industrial discográfica también destacó el resurgir que están teniendo los ingresos por las ventas de discos de vinilo, que el año pasado alcanzaron los 416 millones de dólares, un 32 por ciento más que en 2014 y en niveles que no se veían desde 1988.
Sin embargo, según los datos recopilados por la asociación, aún siguen muy lejos de los ingresos obtenidos por las ventas de CDs, que en 2015 superaron los 1.500 millones de dólares, pero fueron un 17 por ciento menos respecto del año anterior.