La banda británica se presentó por octava vez en el país con un show que duró dos horas.
Clásicos y canciones de "The Book of Souls" marcaron el repertorio.
Bruce Dickinson volvió a demostrar su calidad vocal.
La banda británica Iron Maiden confirmó su vínculo con Chile en su octava presentación en el país ante más de 55 mil personas en el Estadio Nacional.
La presentación de las británicos comenzó con algunos problemas de sonido y con un bloque de canciones pertenecientes a "The Book of Souls", el último álbum de la banda y que precisamente da nombre a esta gira mundial.
La primera gran conexión de Iron Maiden con el público se dio com "Children of the Damned", canción perteneciente a su alabado "The Number of the Beast" de 1982, donde además se pudo ver una bengala encendida en el sector de cancha.
Un animado Bruce Dickinson, que de paso reafirmó su calidad vocal, interactuó constantemente con el público, saludando y presentando varios de los temas del set.
Otro que fue protagonista a lo largo del show fue el bajista Steve Harris, quien com si habitual energía y solos de bajo se llevó varias ovaciones.
Más bengalas aparecieron con los primeros acordes de "The Trooper", una de las canciones más coreadas de la noche. Dickinson apareció flameando una bandera británica, reproduciendo una de las postales clásicas de los shows de Iron Maiden.
Tras ese clásico vino "Death or Glory", canción en la que el vocalista del grupo se puso una máscara mexicana de lucha libre y el escenario se llenó de fuego.
Hasta ese punto del show, la escenografía era escueta. Sin embargo, "Eddie", la clásica mascota de la banda, apareció personificado durante el tema "The Book of Souls" y se enfrentó a Bruce Dickinson, quien terminó arrancándole el corazón y haciendo un sacrificio, todo envuelto en la atmósfera del nuevo álbum.
La euforia del público regresó con "Hallowed Be Thy Name", uno de los puntos más altos de la jornada. Unos formidables solos de guitarra de Dave Murray y Janick Gers coronaron el momento.
Luego fue el turno de "Fear of the Dark", cuya inconfundible melodía de guitarra fue coreada por las más de 55 mil personas presentes. El cierre de ese bloque de clásicos estuvo a cargo de "Iron Maiden", que incluyó una cabeza gigante de "Eddie" como telón de fondo.
Tras un breve momento fuera, Iron Maiden regresó al escenario con "The Number of the Beast", tema que incluyó pilares de fuego y una figura del demonio sobre los músicos.
"Blood Brothers" y "Wasted Years" cerraron el show de Iron Maiden en Chile, el cual tuvo una duración aproximada de dos horas. Ahora el grupo viajará a Argentina y Brasil donde culminarán el trayecto sudamericano de esta gira.
