El manager de Motörhead, Todd Singerman, contó a Sky News, que al fallecido Lemmy Kilmister, cuando le diagnosticaron el cáncer terminal el pasado sábado, le daban entre dos dos y seis meses de vida.
El manager de la banda contó que fue al hospital dos días después de celebrar su cumpleaños número 70, el pasado 13 de diciembre, porque "no se sentía bien" y aunque los doctores inicialmente le dijeron que estaba bien, decidieron hacer un scanner cerebral para descartar un accidente vascular porque su manera de hablar les parecía extraña, pero lo que reveló el scanner fue un tumor en el cerebro y el cuello.
"Nadie tenía la menor idea, él se acababa de enterar, recién el sábado, hace dos días, que tenía cáncer. El médico le dijo que tenía entre dos y seis meses de vida y estaba como yo, haciendo llamadas, hablando con sus compañeros de banda, diciéndoles qué iban a hacer para el último adiós cuando aún estaba optimista y todo. Se sentía bastante decaído. No esperaba morir así", contó.
Singerman añadió que "Lemmy regresó a casa tras la gira, tuvo una gran fiesta de cumpleaños en el Whisky A Go Go. Sus amigos vinieron y tocaron. Dos días después, me di cuenta que no se sentía bien, así que lo llevamos al hospital, le dieron de alta, entonces, luego de hacerle el scanner cerebral le detectaron el cáncer en su cerebro y cuello. El doctor vino con los resultados un par de días después y dijo 'es terminal'".