El mandamás de la institución nacional adelantará a constitución del nuevo consejo de la asociación.
Aseguró sentirse afectado por la situación y espera que el tiempo aclare lo sucedido.
Álvaro Scaramelli, actual presidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), anunció que no seguirá a la cabeza de la institución. Esto a raíz de las críticas que ha recibido tras conocerse el millonario pago que recibe por conceptos de su trabajo en autoría para material televisivo.
El polémico caso está siendo actualmente revisado por una comisión de socios y una auditoria externa. Sea cual sea la resolución de ambas instancias, Scaramelli aseguró que dejará vacante el puesto de mandamás del organismo.
"No voy a mantenerme en el cargo porque creo que los músicos merecen un presidente de consenso, alguien que no esté siendo cuestionado. Independiente de lo que determine la auditoría, y aunque su resultado sea a mi favor, he decidido dar un paso al costado", comentó el músico en entrevista con La Tercera.
Sin embargo, no se tratará de una renuncia. El ex integrante de Cinema ha decidido adelantar la constitución del nuevo consejo de la asociación para la próxima semana y no a fines de julio, como estaba presupuestado en un comienzo.
A pesar de que muchos creen que esta determinación es signo de asumir los cuestionamientos que se le atribuyen al compositor, Álvaro ve la situación desde otra óptica: "Hay gente que me pide que no claudique, que no le dé de comer a otros. Pero quiero lo mejor para la SCD y considero que para ello hay que tener un presidente que no genere divisiones ni anticuerpos, si no seguirán las críticas, las sospechas y las odiosidades y se vería afectado el clima de la sociedad. La sensación que tienen algunos, eso de que 'aunque todo sea legal no me gusta', creo que no le hace bien a la SCD".
Frente a los emplazamientos que le ha hecho el también músico Fernando Ubiergo, quien tildó el actuar de Scaramelli de poco ético, el ganador del Festival de Viña del Mar explicó que la situación va más allá de lo moral. "No es un problema de ética. Lo sería si yo hubiese usado alguna influencia, por ejemplo. Yo lo veo más bien como una mala coincidencia porque si yo no fuera presidente nadie me estaría cuestionando nada, recibiría tranquilamente mis derechos. Esto es una coincidencia en un ambiente donde los dineros causan dolor en algunas personas", comentó el intérprete.
Finalmente, el autor nacional reconoció sentirse perjudicado por los coletazos que esta situación le traerá a su vida. "Finalmente para mí la pena más grande es tener que dejar el cargo, me golpea mucho más que el cuestionamiento público porque sé que esas cosas se van a aclarar con el tiempo", sentenció compositor.
