El vocalista de Soundgarden ofreció este lunes el primero de sus tres conciertos en ese recinto.
Covers de Bob Dylan, Michael Jackson y U2 se hicieron presentes en la velada.
A Cornell aún le restan dos conciertos en el Teatro Municipal de Santiago.
"Can't Change Me", por @chriscornell en Chile! cc @Cooperativa pic.twitter.com/taMH2ujb8B
— Sebasfunk (@Sebasfunk) November 29, 2016
No era la primera vez que Chris Cornell mostraba su faceta solista en Chile, pero sí era su debut en el Teatro Municipal de Santiago, un recinto que en los últimos años ha experimentado una apertura hacia estilos como la balada, el hip hop y, en este caso, el rock.
La conjugación de la voz de Soundgarden en formato íntimo en este recinto resultó la ecuación perfecta en comparación a sus presentaciones anteriores (Movistar Arena y Club Hípico en el marco del Festival Maquinaria), ya que en aquellas oportunidades la masividad le había quitado complicidad al artista y su público.
En esta ocasión, en el primero de los tres conciertos que Cornell dará para promocionar su último álbum "Higher Truth", esa complicidad se logró a cabalidad. Así lo demostró el estadounidense, quien antes de comenzar el show aseguró que estaba muy contento de presentar este espectáculo en Chile y pidió disculpas a los fanáticos por la espera de casi un año, cuando en 2015 pasó por Brasil con este mismo set.
Acompañado de sus guitarras y del multi instrumentista Bryan Gibson, el cantante comenzó este espectáculo de poco más de dos horas con "Before we disappear" y "Can't change me", dos temas de su etapa solista, pero de distintas épocas, que inmediatamente demostraron que su capacidad vocal y su manejo sobre el escenario son un sello registrado de su trabajo.
Luego siguieron el cover de "Nothing Compares 2 U" (inmortalizado por Sinead O' Connor, pero escrito por Prince) y "The Times are Changing" de Bob Dylan, ocasión en la cual se paró en la cornisa de la tarima mientras hacía la canción en guitarra, voz y harmónica.
El primer gran clásico fue recibido por una ovación de los presentes. Se trató de "Fell on Black Days", la sombría balada del disco "Superunknown" de Soundgarden.
Un tributo a Led Zeppelin con "Thank You" y una pincelada a sus proyectos de Audioslave y Temple of the Dog con "Doesn't Remind Me" (que tuvo pequeños problemas de sonido) y "Say Hello 2 Heaven", respectivamente, fueron la antesala a uno de los momentos más altos de la noche: la interpretación de "Blow Up the Outside World" y un caótico final con el apoyo de su extensa línea de pedales de efectos.
Como en living de su casa
A esas alturas, Cornell ya se sentía en plena comodidad. Anécdotas de su infancia, historias de cómo se gestaron algunos de sus discos y referencias a su familia fueron tema de conversación entre canción y canción, cuando el artista tenía la oportunidad de interactuar con el público.
Poco a poco Bryan Gibson, que pasó de la mandolina al piano y luego al cello, se iba ganando la admiración de los presentes quienes lo aplaudían en cada una de sus intervenciones.
Justo antes del "encore", el artista se despachó una serie de clásicos que hicieron vibrar al Teatro Municipal: "I Am the Highway" de Audioslave, "Rusty Cage" de Soundgarden en la versión noventera de Johnny Cash, una delicada interpretación de "Black Hole Sun", "Hunger Strike" de Temple of the Dog y un cover de "One" de U2 cerraron una hora y media de concierto entre aplausos y celebraciones.
Tras breves segundos fuera del escenario, Cornell retornó con su propia versión de "Billie Jean" de Michael Jackson, para luego cerrar con "Higher Truth", el tema que da nombre a su último disco.
El primero de los tres shows que el norteamericano ofreció en Chile estuvo a la altura de lo que se espera de su figura, una de las más icónicas del rock de los 90'. Ahora Chris Cornell se prepara para actuar este martes 29 y miércoles 30 de noviembre en el Teatro Municipal de Santiago, donde hará repertorios similares al de este lunes, aunque con las modificiaciones que le permiten su extenso catálogo discográfico.
