Guns N’ Roses brindó un madrugador concierto en Santiago

Luego de larga y tediosa espera que se prolongó hasta pasadas la 01:00 de la madrugada, el grupo Guns N' Roses concretó su tercera actuación en Chile.

La  banda que cerró el festival Rock in Río en Brasil hizo esperar más de la cuenta a los más de 13.000 espectadores que llegaron hasta el Movistar Arena, algunos desde las 19:00 horas.

Se suponía que el encuentro musical con Axl Rose a la cabeza se llevaría a cabo cerca de las 23:00 horas, para esa hora ni siquiera había certeza entre la prensa, sobre su llegada a Chile.

Alrededor de las 00:00 un vehículo ingresó raudo a la zona de estacionamientos exclusivos del recinto capitalino, presumiblemente con el cantante y sus músicos en su interior.

Mientras tanto para esa hora en el interior del Movistar Arena la gente de los sectores altos permanecía sentada con evidente impaciencia, mucha gente de cancha VIP optó por acomodarse en el suelo, no así la cancha general, que no estaba dispuesta a ceder medio metro ni menos los puestos de avanzada -la preciada reja- pese a que sus rostros denotaban un evidente cansancio.

00:45 horas y la impaciencia dejó de ser una pasiva y se transformó en fuertes rechiflas y una andanada de objetos a la mesa de sonido ubicada al centro de cancha general.

Vasos de bebidas y otros elementos fueron cayeron de cuando en vez, para preocupación de los profesionales extranjeros, que optaron por cubrir algunos equipos y tratar de dar infructuosas explicaciones boca a boca en inglés y solicitar mayor presencia de la seguridad privada.

Ese enojo quedó en nada cuando las luces se apagaron y uno a uno fueron apareciendo los siete músicos que secundan a Axl Rose, y la propia estrella que se especializa en llegar tarde a sus espectáculos.

A partir de ese momento se desató una fiesta en la que participantes, niños incluso, mucha juventud y uno que otro adulto mayor.

"Chinese Democracy", "Welcome to the jungle", "It's so easy", "Sweet Child O' Mine", fueron parte del repertorio. A los seguidores poco les importó la cada vez más gastada voz de Axl Rose, siguieron con devoción cada uno de sus movimientos de pies y cadera.

La pirotecnia y llamaradas se hicieron sentir en temas como "Rocket Queen" y el "Live & Let Die" para deleite de los espectadores, que no dejaban de saltar y cantar.

Luego vinieron "November Rain" con Axl Rose al piano, "Don't Cry", "Knockin' on Heaven's Door" antes del amago de despedida.

Una versión acústica de "Patience" seguida de "Paradise City", con papel picado de por medio, fue el final de una extenuante jornada que dejó a miles de personas largo rato esperando como retornar a sus hogares debido a la falta de locomoción colectiva, pero ello no quitó la sonrisa del rostro de los fans.

Luego de su paso por Chile la banda se dirigirá a Argentina, Paraguay y posteriormente a México.