Tras una cuenta regresiva en pantalla y el conteo de las 50 mil fanáticas de Justin Bieber que repletaron el Estadio Nacional, se dio inicio a un show que se extendió por algo más de una hora y media, y donde los gritos ensordecedores de las beliebers chilenas fueron el telón de fondo.
El espectáculo del canadiense partió con cerca de 50 minutos de retraso -faltaba poco para las diez de la noche- pero la jornada musical había comenzado algunas horas antes con la presentación de los teloneros Owl City y la también canadiense Carly Rae Japsen, conocida por su hit "Call me maybe".
A dos años de su debut en el país, cuando sólo tenía un disco editado y protagonizaba menos escándalos que los actuales, Justin Bieber subió al escenario del Nacional en medio de fuegos artificiales y acompañado de un grupo de bailarines, demostrando, a través de su desplante, que poco queda en él del niño que fue descubierto en Youtube.
"All around the world" fue la primera canción con la que se desató la euforia de las fanáticas. A ésta le siguieron éxitos de su penúltimo disco, como "Catching feelings", "Be alright" y "Believe".
En escena, la música se mezclaba con imágenes de la infancia del cantante que se transmitían por las dos pantallas dispuestas en cada extremo del escenario. Además, Bieber se daba el tiempo de interactuar en todo momento con el público. Incluso, en "One less lonely girl", subió al escenario a una fanática chilena a quien cantó, tomó de la mano y abrazó.
Pero el canto, el baile y la seducción no son las únicas herramientas que usa Bieber sobre el escenario, ya que si bien en algunas canciones realizó playback, sí dejó en claro que es un músico multifacético, tocando guitarra y piano e interpretando un solo de batería que se llevó los aplausos de las admiradoras.
Tras casi una hora y media de concierto, las canciones "Boyfriend" y "Baby" fueron las encargadas de dar término a una velada que, pese al atraso, se llevó a cabo sin inconvenientes, contrario a lo que algunos temían tras la cancelación de su show en Argentina.
Estampida de admiradoras
La euforia e histeria de las fanáticas no quedó sólo en griteríos, llantos y desmayos, ya que cuando quedaban dos o tres canciones para el cierre, una estampida de adolescentes ingresó a la fuerza al sector preferencial, desatándose un forcejeo con los guardias y Carabineros que vigilaban el acceso.
Mientras un primer grupo entró sin problemas burlando a las fuerzas de seguridad, un segundo grupo de no más de cien adolescentes, según indicó la producción, se vio envuelto en un peligroso forcejeo. Las jóvenes fueron retiradas del lugar y atendidas en primeros auxilios, aunque sin presentar mayores problemas.
"Estaba en el lugar de Pacífico y bajé para pasarme a los lugares de más adelante y cayeron un montón de niñas arriba mío y los Carabineros me tuvieron que sacar a la fuerza. Mis pies estaban enredados y logré llegar adelante, por lo menos, así que cumplí mi sueño", dijo una de las adolescentes que participó del incidente.
El prefecto de Fuerzas Especiales de Carabineros y encargado del operativo de seguridad, Víctor Tapia, sostuvo que "el servicio se desarrolló bajo normalidad, con los problemas propios que tiene un evento masivo de esta naturaleza, por las características que tiene, el tipo de público y lo extenso de lo que fue la espera de la gente que llegó demasiado temprano.
En total, fueron cerca de 300 personas las atendidas en los distintos puntos de primeros auxilios del recinto y según Carabineros, la cifra de detenidos en el perímetro del Estadio Nacional no supera las cinco personas. A modo de balance, el media manager de DG Medios, Rodrigo Martínez, dijo que el protocolo de seguridad funcionó de buena manera.
"Hay desmayos como en cualquier concierto, hay varias chicas también que producto de la insolación y pasar tantas horas sin comer se desmayaron, pero está todo dentro de lo pensado. El protocolo de seguridad ha funcionado bastante bien, no tenemos reclamos, salvo algunas chicas que son casos aislados".