El rapero reunió a más de 30 mil personas, mientras Armin Van Buuren cerraba en Arena frente a otras 10 mil.
A pesar del impasse en la Cúpula por el exceso de público, Carabineros evaluó positivamente el encuentro.
La segunda jornada y final del Festival Lollapalooza Chile cerró con un encendido show del rapero Kanye West, quien paseó durante casi dos horas por repertorio de sus cinco discos en estudio ante las más de 30 mil personas que permanecieron al aire libre en el Parque O'Higgins hasta el final del evento, que ha sido calificado de "histórico".
Aunque al comienzo le costó conectarse con el público, al poco andar logró que todos los presentes comenzarán a responder con aplausos, gritos y baile a su enérgico rapeo, de la mano de éxitos como "Flashing lights", "Stronger", "All of the lights" y "Hell of a life".
Mientras tanto, el DJ holandés Armin Van Buuren hacia lo propio dentro del Movistar Arena, donde logró reunir a más de 10 mil personas que disfrutaron con sus ritmos electrónicos.
Antes del cierre, una de las postales más características de Lollapalooza se hizo realidad con Jane's Addiction reglando uno de los más potentes shows de la jornada.
La banda liderada por Perry Farrell -mentor del festival que por primera vez salía de EE.UU. y elegía Chile como lugar de aterrizaje- mostró clásicos temas como "Been caught Sterling", "Sex is violent" y su más reciente creación, "End to the lies", que estrenada en exclusiva en Chile.
La larga jornada festivalera
El segundo día de festival comenzó con el chileno Quique Neira poniendo la nota reggae, con menos público que en la jornada inaugural.
Posteriormente vino el turno de Mala Rodríguez, quien partió cantando con 30 minutos de retraso y sólo estuvo en escena durante media hora.
Javiera Mena fue otra de las chilenas que marcó presencia. Su show se efectuó en el LG Staige, dentro del Arena, mientras en los escenarios principales al aire libre pasaba Todos tus Muertos y 311, quienes hicieron saltar y disfrutar a los asistentes.
El show se tiñó de fiesta con la llegada de Chico Trujillo al escenario. La banda se presentó con todos sus grandes éxitos, entregando un entusiasta público al colorido show de Flaming Lips.
El carismático líder de una de las bandas íconos de la música alternativa, Wayne Coyne, entró a escena en su tradicional bola inflable y transparente y consiguió encender al público que repletaba la elipse con un show que incluyó temas como "The yeah yeah yeah song", "See the leaves", "Yoshimi battles the Pink Robots" y "Do you realize?".
Sublime with Rome logró entretener al público, pero 30 Seconds to Mars los superó en aplausos, dejando claro el arrastre de su líder y vocalista, el también actor Jared Leto.
En el LG Stage, dedicado a los artistas más electrónicos, pasaron figuras como Toy Selectah, Goshtlandpooner y Boys Noize, que mantuvieron bailando a las cerca de siete mil personas que rotaban en el Arena.
El colapso de la Cúpula
Cuento aparte fue ocurrido en el Tech Satge de la Cúpula del Parque O'Higgins, donde el colapso del recinto -por la cantidad de público que quiso ingresar- amenazó con empañar el masivo evento.
Cuando tocaba el turno de Devendra Benhart, la Cúpula ya estaba repleta con las dos mil personas que aguanta en su interior, per decenas de personas permanecían afuera intentando ingresar.
Carabineros intervino para desalojar al público en el exterior, mientras Devendra ya comenzaba su show. Incluso se especuló con la posibilidad de que se cancelaran los espectáculos de la tarde en el lugar.
Finalmente se dispuso que cuando terminara cada espectáculo se desalojaría el recinto para descomprimirlo y así renovar a los asistentes, que vieron luego un hipnotizante show de Cat Power, seguidos de The Drums y Cold War Kids.
Positiva evaluación de Carabineros
Carabineros evaluó positivamente la primera edición del festival Lollapalooza realizado en Chile, aunque con algunas anotaciones que -aseguraron- harán llegar a las autoridades y organizadores para un próximo evento, según explicó el coronel Jorge Fernández.
El momento más complejo se vivió con el desborde de público que llegó hasta la Cúpula, pero la Policía también aludió a la responsabilidad del público que ingresó temprano al recinto y no quiso salir para renovar a los asistentes. También se apuntó a quienes intentaban ingresar, pese a que se les explicaba el riesgo de hacerlo.
En cuanto a la asistencia del público, se calculó la presencia 55 mil personas en el horario peak, igual cantidad que en la primera jornada.
