En el marco del programa "Divina Comida", de Chilevisión, el actor nacional Álvaro Gómez, quien en el episodio de este sábado fue el anfitrión, revivió un complejo episodio de abuso del cuál fue víctima en su infancia.
Todo partió cuando una de las invitadas a su hogar, Andrea Hoffmann, mostró una imagen del actor pidiendo la salida del cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros.
Gómez contó que cuando chico vivía en Osorno y estudiaba en el colegio jesuita San Mateo, puesto que toda su familia era católica.
"Yo tengo un cuento con la Iglesia (...) tuve una mala experiencia con un sacerdote", inició su relato.
"Yo era chico, 12 años, una cosa así. Él me fue a buscar a la sala de clases y me llevó a su oficina del tercer piso y todo se puso súper raro", continuó.
Gómez narró que el hombre le empezó a contar que trabajaba en Santiago con niños menores en riesgo social, por lo que le interesaba conocer el tema de la nutrición y comparar los casos de aquellos menores, con los niños de familias bien constituidas.
Así, pasados unos minutos, el sacerdote le dijo, "me gustaría medirte algunas partes del cuerpo (...) tu muñeca, tu brazo", contó Gómez.
"Hasta que llegó un momento que me dijo, muy franco", ¿te molestaría bajarte los pantalones? Y la verdad es que en ese momento no me molestó y me los bajé", narró el actor.
¿Te quedaste con boxer?, intervino otra de las invitadas, Jhendelyn Núñez. "No, porque si me hubiese quedado con boxer, no me habría podido medir", respondió Gómez.
En el cierre, el actor contó que al tiempo se empezó a enterar de otros casos del mismo tipo y que tenían como protagonista al mismo sacerdote, el cual según él, fue encubierto.
"A mi mamá se lo conté cuando tenía 19 años. Para mí antes no había tenido una importancia, una relevancia, ya que ahí recién me di cuenta de lo que significa socialmente", finalizó.