Le Monde publicó extractos del relato que hizo a la Policía el que los investigadores consideran como organizador, Aomar Ait Khedache.
El grupo de asaltantes que atacó a Kim Kardashian en París había previsto robarle antes del golpe que finalmente dieron en la madrugada del 3 de octubre, pero abortaron la primera operación contra la estrella estadounidense de la televisión por prudencia.
Ese es el relato que hizo a la Policía el que los investigadores consideran como organizador, Aomar Ait Khedache, alias "el viejo" (60 años), algunos de cuyos extractos publicó Le Monde.
"Vino una primera vez y todo estaba preparado para recibirla" pero se decidió dar marcha atrás porque "había demasiada gente a su alrededor", contó Khedache.
El equipo -dijo- había conseguido "informaciones muy precisas" sobre lo que hacía Kardashian en París gracias a alguien muy próximo a la famosa. Las sospechas se dirigen al hermano de un chófer al que recurría cuando estaba en la capital francesa.
El presunto organizador, que tiene un largo historial de antecedentes y había sido condenado en 2010, señaló que tenían los elementos necesarios para preparar el golpe gracias a lo que podían consultar por internet.
Así, sabían las joyas que llevaba, que no eran falsas, sus horarios: "bastaba con mirar en internet para saberlo todo".
En cuanto al asalto propiamente dicho, "no era un gran robo a mano armada, bastaba con neutralizar al vigilante de noche (del hotel donde estaba alojada) y entrar en la habitación". En resumen, "era un asunto muy simple, no algo violento".
En la práctica, "las cosas pasaron más o menos bien" y cuando los ladrones penetraron en su habitación. Kardashian iba únicamente vestida con una bata y tuvo mucho miedo.
Según la narración de Khedache, le quitaron las joyas y uno de sus cómplices la ató a la cama. Él la llevó al baño "con suavidad" y aseguró que no exhibieron las armas. Huyeron a pie y en bicicleta.
En cuanto al botín, valorado en unos 9 millones de dólares, los ladrones acordaron fundir las joyas para que no se les pudiera seguir la traza y uno de ellos se encargó de hacerlo en Amberes, una de las grandes plazas del mercado de piedras y metales preciosos.
En cuanto al gran diamante que le sustrajeron a Kardashian, afirmó que tuvieron miedo para venderlo porque se puede identificar. De acuerdo con el relato publicado en Le Monde lo tiene "una persona", sin que se den detalles de su identidad.
El asaltante se mostró sorprendido por el alcance mediático que había alcanzado el golpe.
Una decena de personas fueron imputadas a mediados de mes por ese atraco gracias a una operación policial que se llevó a cabo el pasado día 9 en diferentes puntos de Francia, y con la que se considera que fue desarticulado el grueso del equipo de delincuentes.
El ADN de Khedache estaba en las tiras metálicas que los ladrones utilizaron para maniatar a las víctimas de su acción.
