Todo comenzó el año 2008, cuando el estadounidense adquirió la mansión de Miraval junto a su todavía esposa, Angeline Jolie.
Además, acusan al actor de apropiarse ilícitamente de derechos de autor.
Los problemas comenzaron cuando el actor se alarmó por una elevada factura.
Brad Pitt fue condenado en París a pagar 565.000 euros (más de 428 millones de pesos) a la artista francesa Odile Soudant por un no pago que provocó la quiebra de su empresa. La decisión judicial se determinó el día 19 de abril y fue revelada este jueves por el diario Libération.
Todo comenzó el año 2008, cuando el estadounidense adquirió la mansión de Miraval, en la Provenza (sureste de Francia), junto a su todavía esposa, Angeline Jolie, con la que está en proceso de divorcio.
Tras la compra y como aficionado a la arquitectura, Pitt comenzó a encargar trabajos para remodelar la mansión. En 2010 contactó a la artista Odile Soudant, conocida por haber colaborado con el célebre arquitecto Jean Nouvel, para que interviniera la iluminación de cuatro edificios del recinto.
Los trabajos de reforma se desarrollaron sin problemas durante tres años hasta que el actor se alarmó por la elevada factura presentada por Soudant y por los múltiples retrasos en el trabajo contratado. Por lo anterior, la compañía luxemburguesa de la pareja de estrellas de Hollywood culpó completamente a la artista, según el diario.
A partir de ese momento, Pitt dio la orden de suspender los pagos a la empresa de la artista francesa, cuya facturación dependía en casi un 70 por ciento de las obras en Miraval.
Después de tres años de batalla legal, los tribunales franceses dieron la razón a Soudant al estimar que los retrasos en las obras eran únicamente imputables a la sociedad que la gestionaba.
Esta decisión no supone el final de la demanda entre ambas partes, ya que la artista estima que Pitt se apropió ilícitamente de sus derechos de autor al reclamar como propia la concepción de la iluminación de los cuatro edificios.
Soudant considera que su obra es una creación original y exclusiva, protegida por la ley, sin embargo los abogados del estadounidense rechazan los reclamos aduciendo que, de todos modos, la mansión es un lugar "únicamente privado" donde no se aplica esta regulación.
No obstante, el abogado de la artista hizo notar que la iluminación se utilizó para el escenario de la última campaña de publicidad de la firma francesa Guerlain.
