Britney Spears dispara contra la prensa por exagerar su uso de drogas en el pasado
También se refirió a los complejos momentos que hicieron a la exprincesa del pop, en sus palabras, perder "la cabeza".
También se refirió a los complejos momentos que hicieron a la exprincesa del pop, en sus palabras, perder "la cabeza".
El mediático colapso de Britney Spears años atrás fue relatado desde la perspectiva de la otrora "Pincesa del pop" en su recientemente publicado libro de memorias "The Woman in Me".
Impactantes detalles extraídos del texto ya han sido conocidos, como el hecho de haber abortado tras quedar embarazada de su entonces pareja Justin Timbrlake, además de las limitantes restricciones impuestas por su padre Jamie Spears durante 13 años de tutela, lo que calificó como formar parte de "un culto".
La controvertida estrella también entregó su versión sobre la realidad de su uso de drogas en los 2000 al asegurar que la prensa exageró y la revictimizó al tratar las polémicas y sucesos en las que estuvo envuelta.
En el libro, si bien Spears aseveró que "nunca" le interesaron ni el alcohol ni las drogas duras, sí admitió que su "droga preferida" era el Adderall, medicamento para tratar el déficit atencional que en esos tumultuosos momentos, la hacía sentir de mejor ánimo.
"Me colocaba, sí, pero lo que me parecía mucho más atractivo era que me daba unas horas para sentirme menos deprimida", escribió la intérprete de "Toxic" en el libro autobiográfico publicado esta semana.
En relación a las noches de fiesta en las que en ocasiones se le vio acompañada de celebridades como Paris Hilton y Lindsay Lohan, la madre de dos hijos insistió que "nunca fueron tan salvajes como la prensa las pintó".
Pero la crisis nerviosa de 2007 que quedó plasmada en los tabloides con la imagen de la promesa del pop fuera de sus casillas, defendió, fue causada por el impacto de diferentes desafortunados eventos.
"Con la cabeza rapada, todo el mundo me tenía miedo, incluso mi madre. Agitándome esas semanas sin mis hijos, perdí la cabeza, una y otra vez", escribió, para después entregar su propia perspectiva sobre los hechos.
"Estoy dispuesta a admitir que en la agonía de una severa depresión posparto, el abandono de mi marido, la tortura de estar separada de mis dos bebés, la muerte de mi adorada tía Sandra y el constante tamborileo de la presión de los paparazzi, empezaría a pensar en algunos aspectos como una niña", argumentó.