Funcionarios de Gendarmería respondieron a la defensa de Hernán Calderón Argandoña que acusó que el sujeto, imputado por parricidio frustrado, está recibiendo "tratos crueles e inhumanos" por parte de los gendarmes que lo custodian en la clínica psiquiátrica El Cedro, donde permanece cumpliendo prisión preventiva.
De acuerdo con su abogado Mario Vargas, a "Nano" Calderón lo han "mantenido engrillado de pies y manos, día y noche, debiendo comer, ducharse y no se lo deja caminar ni salir de la pieza, incomunicado y no dejándolo tener tratamiento médico".
"Está amarrado 24 horas con una cadena, hasta a un perro tu lo sueltas para caminar, es injusto", acusó a su vez su madre, la figura televisiva Raquel Argandoña.
Ante las acusaciones, desde la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog) rechazaron lo que consideran como un intento de los abogados de Calderón para "criminalizar la labor que está haciendo Gendarmería".
"El personal a cargo de la custodia cuenta con las capacidades tanto técnicas como profesionales para la custodia, aparte de eso el servicio de hospital es muy delicado y requiere de cierto protocolo de seguridad", expuso el sargento primero Carlos Fernández, dirigente nacional del gremio.
Aseguró que Calderón "está en una buena custodia", pero -exhortó el gendarme- "si él encuentra que no es acorde a lo que necesita, váyase a una UPFT (Unidad de Psiquiatría Forense Transitoria), que tienen los recintos penitenciarios del país".
"Lo que buscamos es igualdad ante la ley para todo ciudadano que se encuentre privado de libertad", defendió el sargento, junto con llamar "a la prudencia por parte del abogado y al respeto por la labor que hacemos los gendarmes, que es bastante profesional".