La cantante usó una foto en su cuenta de Instagram.
La empresa dueña de la imagen alegó perjuicio económico.
La cantante Jessica Simpson compartió una foto en Instagram y Twitter de un paparazzo porque le gustó mucho cómo salió en esta foto callejera y quiso usarla para sus redes.
Lo más insólito es que la rubia fue demandada por publicar la captura sin su permiso, según publicó con The Hollywood Reporter, sitio que adjuntó incluso el documento legal.
La captura pertenecía a la agencia Splash News and Picture Agency, que ahora está demandando a Simpson por violación de derechos de autor. La empresa le dio permiso a Daily Mail para publicar las fotos en línea, pero jamás a Simpson.
"Las publicaciones de Instagram y Twitter de la cantante hicieron que la fotografía estuviera inmediatamente disponible para sus casi 11,5 millones de seguidores y otros consumidores de noticias de entretenimiento", dice la demanda.
La demanda afirma que Splash podría haber ganado más dinero con las fotos, pero dado que Simpson las publicó abiertamente a sus fanáticos, Splash perdió importantes ingresos por licencias.
La publicación original se realizó el 9 de agosto de 2017 y la imagen fue editada sin autorización de la empresa para la que trabajaba el fotógrafo.
