Como diversas figuras del espectáculo lo han hecho tras la derogación del derecho al aborto en Estados Unidos ocurrida hace una semana, la cantante británica Lily Allen se sumó a las voces y confesó el haber interrumpido un embarazo en el pasado.
En el marco de la ola de visibilización sobre tal realidad, la intérprete de "Smile" fue principalmente tajante al opinar en una publicación de sus historias de Instagram que el recurrir al aborto por el simple hecho de no querer tener un hijo es un motivo válido.
"Me gustaría que la gente dejara de poner ejemplos de razones excepcionales para abortar. La mayoría de la gente que conozco, incluida yo misma, simplemente no quería tener un maldito bebé", expresó y añadió que "¡Esa es la razón suficiente! No tenemos que justificarlo".
"Creo que todos estos ejemplos sólo le hacen el juego a los malos", sentenció la cantante madre de dos hijas quien la semana pasada en el festival Glastonbury, Inglaterra, dedicó junto a Olivia Rodrigo su canción "Fuck You" al Tribunal Supremo de Estados Unidos.
El viernes pasado un histórico fallo anuló el caso Roe vs. Wade. que desde 1973 permitió que las mujeres pudieran interrumpir embarazos legalmente. Desde entonces, nueve estados han restringido su acceso.