El zoológico de "Tiger King", la serie documental de Netflix que despertó un fenómeno televisivo durante el confinamiento por el coronavirus, cerró sus puertas de manera permanente tras perder la licencia de operaciones emitida por las autoridades estadounidenses.
El centro, conocido como G.W. Exotic Animal Park y ubicado en el estado de Oklahoma, se hizo famoso mundialmente cuando Netflix estrenó en marzo pasado la serie documental "Tiger King: Murder, Mayhem and Madness" y actualmente es propiedad de Jeff Lowe después de que su anterior dueño, el popular Joe Exotic, ingresara en prisión.
En un comunicado, el actual propietario asegura que el fenómeno despertado por la producción de Netflix "ha traído más atención que la que ningún humano merece, buena y mala".
También acusa a organizaciones protectoras de los derechos de los animales y el medio ambiente, como PETA, de presionar al Departamento de Agricultura de EE.UU. para cerrar las instalaciones.
Pero la versión de las autoridades difiere, ya que en su último informe de inspección cita varias infracciones como que la comida de los felinos no estaba correctamente refrigerada y los dueños trataron de engañar con facturas de reparaciones falsas.
El propio Exotic, anterior dueño del zoo y protagonista de la serie documental, está actualmente en la cárcel por contratar a un asesino por encargo y cometer varios delitos contra la flora y la vida de los animales.
El cierre del parque es "inmediato" y sus nuevos dueños trasladarán el equipo y los animales a una nuevo lugar desde la que grabarán "contenido para televisión por cable y servicios de 'streaming'".