Los creadores de la marca compraron espacios publicitarios para defenderse de las denuncias de evasión fiscal.
Tribunal de Milán condenó a los diseñadores a un año y ocho meses de cárcel.
Ambos modistos afirman que denuncias en su contra son injustas.
Los modistos italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana sorprendieron este sábado, tras el anuncio del viernes del cierre por tres días de sus tiendas en Milán, al comprar espacios publicitarios en algunos de los mayores diarios de su país para defenderse de la acusación de evasión fiscal.
Así, en las ediciones de este sábado dos de los periódicos más importantes de Italia, "La Repubblica" y "Corriere della Sera", se publican dos páginas enteras en cada uno con un comunicado de los dos diseñadores en una y de sus abogados en otra.
En la página firmada por Dolce y Gabbana, ambos modistos afirman que no están dispuestos a sufrir "injustamente" las acusaciones de la Guardia de Finanzas (policía fiscal) y de Hacienda, los ataques de los fiscales y el haber sidos puestos en la mira en los medios desde hace años.
El pasado 19 de junio, un tribunal de Milán condenó en primera instancia a los diseñadores a un año y ocho meses de cárcel por un delito de evasión fiscal de cerca de 1.000 millones de euros (unos 1.300 millones de dólares).
En su comunicado, fechado el 19 de julio de 2013, los modistos justifican su decisión de cerrar desde ayer sus actividades milanesas durante tres días por el trato recibido por el Ayuntamiento y defienden la visibilidad internacional que han aportado a Milán y los puestos de trabajo que han creado en la ciudad.
La polémica con el Ayuntamiento comenzó hace algunos días, cuando el concejal de Comercio, Franco D'Alfonso, hablando de la posible participación de Dolce & Gabbana en la Semana de la Moda Femenina, que se celebrará en la ciudad en septiembre, dijo que "no había espacios públicos para quienes estuvieran condenados por evasión fiscal".
La segunda página está firmada por los abogados de los estilistas y en ella responden a las acusaciones de evasión fiscal que pesan sobre ellos.
Aseguran que los impuestos que les exige el fisco corresponden a rentas jamás percibidas y señalan que se trata de "un caso único más que raro".
