El presidente del organismo desestimó los reparos que acusan un "atentado a la libertad de expresión"
El proyecto será visto nuevamente en la Cámara de Diputados.
El veto presidencial ingresó a la Cámara esta semana y los diputados deberán pronunciarse al respecto.
Antes del proceso eleccionario que vivió Chile el domingo, Sebastián Piñera presentó un veto presidencial a la Ley de Televisión Digital que aprobó el Congreso y cuyos reparos, planteados por parlamentarios de la Alianza, desestimó luego y en su mayoría el Tribunal Constitucional.
La medida que pasó prácticamente inadvertida fue, según publicó el observatorio de medios Fucatel en su sitio web, un "sigiloso veto presidencial que desconoció fallo de Tribunal Constitucional y cinco años de trabajo parlamentario".
Sin embargo, las aprensiones presentadas por la presidencia en torno a uno de los proyectos más esperados del último tiempo son, según el presidente del Consejo Nacional de Televisión, Herman Chadwick, "un veto no mayor".
"No es un veto para estar en desacuerdo, porque es un veto que, a mi juicio, mejora la calidad de la ley, porque en el fondo simplifica algunos términos que en la ley habían quedado más bien confusos. El veto del Presidente no es un veto que vaya al fondo del proyecto, sino que va a simplificar, ordenar y dejar muy claro que hay algunas disposiciones de este proyecto que se repiten y que en otras leyes de la República ya están definidas", explicó.
Bajo este panorama, Chadwick considera "es un veto fácil de despachar por el Congreso" y, en definitiva, "podríamos tener ley en diciembre".
En Fucatel opinan todo lo contrario. Consideran que "gracias a este veto improcedente, si se piensa en que aún falta la opinión del Senado, no habrá ley de Televisión Digital en los próximos meses".
"La promesa del Ejecutivo de tener ley durante este Gobierno quedará aparentemente incumplida", publicó el observatorio, que calificó la medida como un veto supresivo, aditivo y sustitutivo.
Consideraciones generales
Debido a su origen, según Fucatel, la medida se constituye como un veto "parcialmente improcedente" porque en cuanto a los aspectos por los que se pronuncia "sólo las campañas de interés público fueron parte del proyecto de ley original, mientras que la paridad de género en la composición del Consejo, el Segundo múltiplex de TVN, la definición de pluralismo y la consideración de las obligaciones laborales y previsionales de los canales, no forman parte de las ideas matrices del proyecto, ni estaban consideradas en el Mensaje del proyecto."
Chadwick, por su parte insistió en que respecto a la paridad de género, por ejemplo, "no tenemos por qué ser cinco y cinco, podemos ser 7 y 3 y pueden ser 7 mujeres y 3 hombres, lo que hay que buscar son los equilibrios propios de una sociedad democrática", puntualizó.
El proyecto de ley, incluso antes del veto presidencial, también ha tenido reparos en cuanto al riesgo que corren las libertades de los canales de televisión.
A través de un inserto en El Mercurio el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, manifestó que "los principales aspectos que se deben corregir en el actual proyecto de ley tienen que ver con el concepto de pluralismo, que se entiende como el respeto y promoción de la diversidad en todas sus dimensiones (social, cultural, étnica, religiosa, de género, etcétera), lo que puede atentar contra la libertad editorial y de expresión de cada canal y limitar la riqueza que esta amplia oferta puede ofrecer".
Sánchez agregó en su reflexión que "las campañas de utilidad o de interés público diseñadas por el Ejecutivo también puede atentar contra la autonomía de los medios", por lo que agregó que "se espera que las propuestas de las nuevas atribuciones del Consejo Nacional de TV aseguren esa libertad de expresión, y que no la limiten".
Al respecto, Herman Chadwick fue tajante. "En ningún caso las atribuciones que tiene el Consejo, ni en su historia ni menos en el futuro, van a atentar contra la libertad de prensa o la libertad de información, que son los valores que iluminan la acción del consejo permanentemente".
Además, los reparos a la libertad editorial de los canales de televisión, según Chadwick, se eliminan con el veto porque, por ejemplo, respecto al tema del pluralismo, "el promoverlo ahora será responsabilidad directa de las estaciones televisivas y no del CNTV".
Chadwick defendió que se trata de "un organismo de Estado, autónomo, plural y que hasta ahora no ha tenido reparos en su funcionamiento. Hay que tener confianza en las instituciones. Ésta es una institución respetable y que la gente aprecia" destacó.
Con esta serie de modificaciones, reparos y atribuciones que contempla el veto presidencial y el propio proyecto de ley de Televisión Digital, ahora será la Cámara nuevamente la que revisará la situación.
Y mientras en Fucatel llaman a los diputados a "insistir en las normas aprobadas y a denunciar esta extraña maniobra del Ejecutivo que con un claro tinte autoritario desconoce el fallo del Tribunal Constitucional en materias centrales de la ley", el presidente del Consejo Nacional de Televisión, Herman Chadwick, puntualizó "hay que leer el veto con calma y el proyecto de ley con calma, con objetividad y pensar siempre, como decía el presidente Lagos, que la gran gracia de Chile es que las instituciones funcionen".
Consultados por Cooperativa, desde la Subsecretaría de Transportes y Telecomunicaciones, en tanto, aseguraron que una vez que la Cámara se pronuncie respecto al veto presidencial, las autoridades darán a conocer su postura con este nuevo escenario.
