La actriz interpreta a una madre soltera que ingresa al amundo de la prostitución.
"La serie es muy sexy y provocativa, pero esa no es mi naturaleza.", aseguró.
Jennifer Love Hewitt, la actriz cuyas exuberantes curvas derritieron a más de uno a finales de los noventa, recupera su imagen más sensual gracias al estreno de la serie "The client list", en la que interpreta a una madre soltera que se adentra en el mundo de la prostitución.
"He aprendido muchas cosas en este rodaje: que no soy tan asustadiza como pensaba, cómo lucir mejor la lencería y cómo conseguir meterme dentro de ella de forma más rápida", dijo entre risas la actriz.
A sus 33 años la que fuera considerada reina del terror de diseño, aquel género el que la intérprete contribuyó con su facilidad para el grito histérico y el escote generoso en películas como "I know what you did last summer" (1997) y su secuela, vuelve a la primera línea con un drama basado en la película para televisión homónima que protagonizó en 2010.
Y lo hace recuperando la figura estilizada que la convirtió en objeto de deseo.
"La serie es muy sexy y provocativa, pero esa no es mi naturaleza. No es algo que haya mostrado en anteriores películas, y al mismo tiempo me resulta divertido y fascinante. Estoy en la edad adecuada para dar este paso. Si lo hubiera hecho antes parecería más indiscreto pero ahora tengo una gran confianza en mi sexualidad", manifestó Hewitt.
La trama de la nueva serie"The client list" trata de "Riley Parks", una ama de casa de Texas (Hewitt) que, tras ser abandonada por su marido y afrontar una delicada situación económica a solas y con dos hijos, acepta un trabajo en un balneario que le abre las puertas al mundo de la prostitución, opción que podría solucionar sus problemas financieros.
Cuando decide meterse de lleno en ese terreno, debe afrontar el conflicto moral de sus acciones como madre soltera en un pueblo conservador y el reto de llevar de forma discreta sus nuevas actividades.
Este nuevo drama, del que de momento se emitirán 10 episodios, se basa en la película homónima para televisión que le deparó a Hewitt una candidatura a los Globos de Oro como Mejor Actriz, su máximo reconocimiento artístico hasta ahora.
