El conductor criticó la mirada actual del país respecto al tema, a partir de su experiencia en charlas con escolares.
"La nueva mayoría, culturalmente, son los mismos de siempre más el 'Ratoncito'".
Para Copano, el actual análisis el sistema educacional en Chile "es una oportunidad de replantear todo".
A partir de una de las múltiples visitas que Nicolás Copano realiza a distintos colegios, a fin de hablar con los estudiantes de la seguridad en Internet, el conductor de "Vigilantes" en La Red, tuvo una experiencia que lo hizo plantear a través de su cuenta de Facebook una discusión respecto a cómo vemos el tema de la educación en el país. Publicación que generó una serie de comentarios y fue ampliamente compartida por los seguidores del comunicador.
Profundizando la reflexión y en el contexto de la firma del proyecto de educación firmado por la Presidenta este lunes Copano dijo a Cooperativa. "El Bacheletismo no tiene proyecto, ésa es la cuestión. No tiene emoción, no tiene carne, no tiene cultura. Es como que la nueva mayoría, culturalmente, son los mismos de siempre más 'el Ratoncito'. En ese sentido, es su política cultural y ahí es donde tenemos que analizar".
"Ahí es donde tenemos que ver, ¿de cuáles contenidos estamos hablando? ¿a quiénes estamos incentivando?", cuestionó Copano.
"Yo creo que la cultura es clave para una sociedad más feliz y ahí es donde finalmente cabe un gran error. O sea, ¿de qué sirve una educación gratis si no cambiamos la manera de pensar?", planteó.
Según el conductor, "el camino de la educación debería ser un camino para incentivar la curiosidad, el debate, la conversación, la lectura. Pero lectura de cosas que les gusten a los niños, no cosas que ya pasaron, que ya fueron, y si no les gusta, no les gusta. Búscate una solución", continuó el rostro televisivo, enfatizando la necesidad de adaptar las formas de educar a la nueva realidad de Chile y el mundo.
"Les van a tirar unas migajas"
El también empresario valoró que a partir de estos cambios y la reforma que impulsan las autoridades "aquí lo que va a pasar es muy simple, le van a quitar el negocio a un grupo de tipos que hicieron negocios durante 10 años, 20 años, 30 años y le hicieron daño al país."
Sin embargo, agregó que es necesario ir más allá, asumirse y ampliar la mirada. "Lo que quiero es saber si el país se va a definir entre que vamos a tener un grupo de personas que van a servir a otro grupo de personas. Y ese grupo de personas al que van a servir les van a tirar unas migajas, unas bolsitas con plata o vamos a tener un país donde vamos a pensar en la realización personas de la gente y en la felicidad de las personas", argumentó.
Para Copano, el actual análisis el sistema educacional en Chile "es una oportunidad de replantear todo. Cuando hablamos de educación gratuita, en general hablamos del término económico y no de una educación equitativa, sería muy interesante cambiar de términos".
"Estamos tan enfermos en Chile que hablamos todo desde la economía, es una locura! Estamos en una Norcorea del capitalismo, es tan absurdo como Norcorea", agregó.
El apartheid chileno
El diagnóstico de Nicolás Copano respecto a la situación actual del país en drástico: "Este es un apartheid, igual que el apartheid sudafricano. Acá hay un grupo de personas que reciben menos información, que los servicios que tienen son peores, que la educación que tienen es mala, para generar una mano de obra que termina beneficiando a otro grupo".
"Pero es tan horrible que nuestra clase política lo admita, que finalmente es ahí donde tenemos que sincerar la cuestión y decir qué tipo de país queremos. Yo por lo menos opto por un proyecto de país inclusivo. Y ese país inclusivo se hace en base a valores y no sé si en base a más horas de educación" cuestionó el conductor.
"No somos conscientes y ahí yo hago la crítica al progresismo; yo que milito en ciertas causas progresistas, un estilo de vida 'progre', la caricatura, el tipo que va en bicicleta y todo, de que no son capaces de pelearse con el amigo. No son capaces de decirle: 'No, si no puede ser así'. No son capaces de develar el horror porque piensan que no los van a seguir invitando a la fiesta que viene", recalcó.
Respecto a ese mismo estilo de vida, aspiracional y a veces profundamente egoísta, dijo "la verdad yo ya renuncié, ya no quiero ir a todas las fiestas, no me quiero encontrar con la gente que en realidad valida y valora una cultura de violencia del uno sobre el otro, no. Yo no voy a eso".
"Yo no tengo problemas en pagar más impuestos si eso le entrega a la gente un mayor estándar de vida porque al final va a terminar beneficiándome a mí y a mi gente. Pero lo que pasa es que acá somos egoístas, si acá se pelean por migajas", agregó el comunicador.
