Colombia y Bélgica en "guerra" por las papas fritas
El país cafetero subió los aranceles de las importaciones de papas fritas congeladas a Bélgica, quien reclamó a organismos de comercio en Europa.
El país cafetero subió los aranceles de las importaciones de papas fritas congeladas a Bélgica, quien reclamó a organismos de comercio en Europa.
Bélgica, el autoproclamado inventor de las papas fritas, instó a Europa a que lo ayude a combatir un arancel en su icónica exportación de Colombia.
La papa se cultivó por primera vez en las montañas de los Andes de América del Sur, pero una vez que se tritura y fríe, Bélgica la reclama como propia y la exporta a Colombia.
El país cafetero, sin embargo, acusa a la agroindustria belga, holandesa y alemana de deshacerse de las unidades mezquinas en su mercado y de subcotizar a los productores locales en apuros.
El pasado 1 de noviembre, Bogotá decidió aumentar los aranceles a las importaciones de papas fritas congeladas proveniente de Bélgica, Alemania y los Países Bajos.
Las firmas belgas lo niegan, y el ministro de Relaciones Exteriores, Didier Reynders, dice que pedirá a la Comisión Europea que presente el tema a la Organización Mundial de Comercio.
"He tenido muchas reuniones con nuestros amigos colombianos... pero hasta ahora sin ningún efecto real", dijo Reynders cuando llegó a un consejo comercial de la UE. "Vamos a pedir a la comisión que haga el trabajo e ir a la OMC y comenzar las consultas", advirtió.
"Hemos advertido (a los funcionarios colombianos) que estamos en contra de lo que están haciendo. Estamos preparando el expediente legal", dijo la principal oficial de comercio de Europa, Cecilia Malmstrom.
El sector de procesamiento de papa de Bélgica ha brotado en los últimos años, pasando de 500 mil toneladas en 1990 a 4,6 millones de toneladas en 2017, según Belgapom, la asociación de productores de papa del país.
Más del 90 por ciento de la producción se destina a la exportación y una tercera parte de ella se va fuera de Europa.
Las papas fritas son un producto preciado en Bélgica e incluso se agregó a la lista de tesoros culturales de la UNESCO en 2017.