En entrevista con Cooperativa, el maestro italiano y compositor de famosos soundtracks del siglo XX adelantó sus shows en Chile, repasó las dificultades de su carrera y proyectó el futuro de su prolífico trabajo.
Es una de las grandes leyendas de la música para cine del siglo XX y uno de los compositores y directores modernos más prolíficos. Sus obras han sido elogiadas y archipremiadas por la crítica y los especialistas y - quizás más importante -, se han instalado en el imaginario colectivo de una audiencia quizás ajena a la música clásica, pero que es capaz de reconocer sus exquisitas e icónicas piezas para cintas legendarias y recientes.
Cargado de pergaminos y reverencias de un público transversal, Ennio Morricone regresa a Chile para ofrecer dos conciertos dentro de los próximos días: un show masivo en el Estadio Bicentenario el domingo 24 de noviembre (teloneado por Mondo Cane, el proyecto de uno de sus "groupies" más famosos, Mike Patton), y una gala exclusiva en casino Monticello el martes 26 de este mes, ambos acompañado por la Orquesta y Coro de la Universidad de Santiago.
Dos fechas que ya cuentan con buena parte de las entradas vendidas, pues el nombre de Morricone convoca sin necesidad de mayores presentaciones. En conversación con Cooperativa, el italiano adelantó - con una humildad llamativa - el espíritu de este regreso y del repertorio que ofrecerá en escena.
"La mía es una propuesta honesta, ya que propongo piezas que me gustan y que contemporáneamente han tenido éxito, éxito discográfico digo, no sólo como (parte de las) películas... por lo tanto, es una propuesta para el público que para mí es muy interesante de presenciar y espero que le guste a la gente".
Clásico y popular
A dos años de sus shows en el Movistar Arena junto a la Orquesta Sinfónica y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, Morricone trae de vuelta al país ese amplio repertorio de clásicos donde cuesta elegir el más relevante.
Desde 1960 a la fecha suma más de 450 participaciones en soundtracks para cine, gran parte de ellos realizados para directores tan diversos como Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Brian De Palma, Roman Polanski, Adrian Lyne, Oliver Stone y Pedro Almodóvar, por nombrar algunos.
Ampliamente conocido por la musicalización de inolvidables films de Sergio Leone ("Por un puñado de dólares", "La muerte tenía un precio", "El bueno, el malo y el feo", entre otros), sin embargo prohibe que le pregunten en entrevistas sobre dicha labor y mucho más si lo que se pretende es usar el concepto "spaghetti western", que considera "peyorativo" para su trabajo y el del realizador.
Si está más dispuesto a hablar sobre lo que mejor conoce, el diálogo entre imagen y melodía y de cuál es la mejor fórmula para conseguir una empatía efectiva entre ambos lenguajes del cine.
"Depende del diálogo que existe entre el director y el compositor, porque no es necesario que si la escena es estática la música deba ser estática o si la escena es dinámica la música deba ser dinámica. Puede ser que para dar ciertos significados haya que asumir una actitud completamente contraria a lo que sucede en la imagen... si una escena es dinámica, la música puede ser estática, reflexiva y pensativa; en cambio si la escena de la película es estática, la música puede ser dinámica... pueden contraponerse las situaciones", explica entusiasmado con el detalle técnico a Cooperativa.
Imposible escoger
En sus más de seis décadas de trabajo profesional, Ennio Morricone ha acumulado tantos premios que ya resulta casi majadero enumerarlos todos. Imposible obviar, sin embargo, el Oscar honorario con que la Academia se disculpó luego de haber ignorado las cinco nominaciones que recibió desde 1979 y que se le entregó a modo de justa reivindicación en 2007.
Dos Globos de Oro se suman a la interminable nómina de reconocimientos, al igual que el León de Oro a la trayectoria recibido en el Festival de Venecia en 1995.
"Cinema Paradiso", "Lolita", "Los Intocables", "Érase una vez en América" y "La Misión" son sólo algunos de los títulos que contaron con una banda sonora de Morricone. A esto se suman más de cien piezas para orquesta compuestas desde 1946 hasta hoy, entre ellas "Concerto per Orquesta n.1" (1957); "Frammenti di Eros" (1985), "Cantata per l'Europa" (1988) y "Ombra di Lontana Presenza" (1997).
A la hora de repasar tan vasta obra, sin embargo, el italiano no se presta para escoger un favorito dentro de su propio trabajo. "Es difícil como para un padre responder cuál es su mejor hijo... las músicas de las películas que yo he compuesto, muchas de aquellas que yo amo, estarán en el programa del concierto en Chile", prefiere asegurar.
Sin embargo, si está dispuesto a reflexionar sobre cuáles obras le resultaron más difíciles de escribir. "Hay muchas piezas que han sido difíciles, que me tomaron mucho tiempo para combinar las ideas. En la pieza titulada "Fruscio di foglie verdi" hay algunos temas que tienen una complejidad contrapuesta muy interesante y que me costó mucho, también por la combinación de tres o cuatro notas en dos temas que yo amo mucho de una película de Frescobaldi. Estas tres notas, que son solamente sonidos, las combiné de una manera completamente inesperada y la gente ni siquiera se da cuenta, pero hacen parte de una idea importante aplicada sobre el tema principal".
Más allá de la música, hablando de cine y si no se trata de su propio trabajo, le resulta más simple escoger y recomendar cintas ajenas que referirse a aquellas donde él participó. "Bueno hay varias que me gustan mucho, por ejemplo la última película de Giuseppe Tornatore es extraordinaria, se titula "La mejor oferta", esta es una película que puedo recomendar, ¡es extraordinaria!".
Sin lugar para el retiro
Con 85 años, Morricone continúa realizando intensas giras mostrando en vivo sus composiciones más famosas, actividad que incrementó en el nuevo milenio. Esa agenda no le impide seguir componiendo para cine: en este momento, de hecho, trabaja en el soundtrack de "The Canterville Ghost" (de Kim Burden, basada en el cuento de Oscar Wilde).
Con un desinterés absoluto por las nuevas producciones de Hollywood, el maestro tiene un consejo que dar a las recientes generaciones de creadores. "Un compositor trabaja sobre todo, si tiene la pasión por su profesión y el amor por su profesión, lo demás es menos importante aunque sirva para vivir", señala a Cooperativa.
Y es que la pasión por componer es y será lo más importante para Ennio Morricone, quien a su avanzada edad no vislumbra aún la posibilidad del retiro. "Mire, yo tengo una familia, una bella familia, mi señora, cuatro hijos, esta es una cosa muy importante. Y después de ellos, la música es mi vida, es importantísimo... así que ¿cuánto más voy a seguir? ¡Hasta que pueda escribir! Hasta que tenga las ideas claras y pueda escribir voy a seguir".
Las entradas para el show de Ennio Morricone teloneado por Mondo Cane y para la gala en Casino Monticello están disponibles a través del sistema Feria Ticket.
