La actriz relató a The New York Times el acoso del que fue víctima durante años.
El productor suma una centena de acusaciones de acoso sexual por parte de distintas mujeres de la industria.
"Harvey Weinstein era un cinéfilo apasionado, un tomador de riesgos, un mecenas del talento en las películas, un padre amoroso y un monstruo": Así parte la columna de opinión que la actriz Salma Hayek escribió para de The New York Times, donde reveló que también fue víctima de constantes acosos por parte del productor.
La actriz relató que durante muchos años tuvo que enfrentarse a las peticiones de encuentros sexuales por parte de Weinstein y que incluso hizo una lista de todo aquello a lo que tuvo que decir que no: "No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche, hotel tras hotel, localización tras localización, donde aparecía de forma inesperada, incluyendo un lugar donde estaba haciendo una película en la que ni siquiera estaba involucrado".
"No a ducharme con él. No a que me pudiera ver mientras me duchaba. No a que me diera un masaje. No a que dejara que un amigo suyo desnudo me diera un masaje. No a que me practicara sexo oral. No a que me desnudara delante de otra mujer. No, no, no, no...".
Todo esto también afectó la carrera profesional de la mexicana, especialmente cuando intentaba completar su proyecto soñado, Frida, donde Weinstein, como productor vinculado, puso todo tipo de obstáculos e incluso "me ofreció una opción para continuar. Él me dejaría terminar el filme si yo aceptaba hacer una escena de sexo con otra mujer".
Al final tuvo que acceder a hacer una escena de sexo, con desnudos explícitos, junto a Ashley Judd. "Era eso o el final de una película con la que había soñado durante mucho tiempo".
