La saga más ambiciosa, más popular y más influyente de la historia del cine llega a su fin: "Star Wars" dice adiós con "The Rise Of Skywalker", el noveno episodio que tiene la compleja misión de cerrar una "religión".
Para despedir la franquicia, J.J. Abrams aceptó no solo volver, sino que tomar el fierro caliente y enfrentar las expectativas tras "The Last Jedi", la cinta más polémica y polarizada de "Star Wars".
En 142 minutos, Abrams intenta, como buen fanático de la cinta, dejar todo zanjado con la familia Skywalker, esa misma que en el nuevo siglo le sumaron herederos como "Kylo Ren" y una nueva heroína como "Rey".
"The Rise Of Skywalker" sí es el punto final de la historia, y no lo que pareció ser la confusa y quebrada "The Last Jedi". Ahora sí que hay conclusiones, mejor historia y una mayor estética de "Star Wars", alimentada de nostalgia, "fan service" y tensión.
La nostalgia llega no solo por el rescate de personajes como "Lando" y la voz de "Darth Vader", sino que trae de vuelta a "Palpatine", el villano principal de la saga original y que ahora es el motivo fundamental de la trama. Su retorno trae una historia que juega con "el más allá", los conjuros y la disputa entre los Jedi y los Sith.
También ayuda a la emoción la inevitable despedida de personajes icónicos de la saga a lo largo de las nueve películas. Es hora de decirle adiós a humanos, wookies y droides.
La historia pone a "Rey" enfrentando su vida, resolviendo por fin quiénes son sus padres y por qué posee la Fuerza. Entrena al más puro estilo de "Luke Skywalker" (incluido movimientos y elementos de la saga original) y se desenvuelve como la líder que es, lo que lleva a enfrentarse no solo a sus aliados sino que tener un intenso cara a cara con "Kylo Ren".
Y el "fan service" es quizás la mayor propiedad de "The Rise of Skywalker". Los Caballeros de Ren, las naves rebeldes, los guiños (o simplemente las copias) a la saga original, las frases y hasta las criaturas que han pasado por la saga completa pueden llenar de dicha a quienes buscan principalmente despedirse de "Star Wars" más que aquellos que exigen una obra maestra de película.
De "The Rise of Skywalker" no se puede extraer un personaje tan adorable como lo hace actualmente "Baby Yoda" en "The Mandalorian". No tiene frases memorables como entregó la saga original. No hay una batalla para recordar.
Pero sí es una película entretenida, llena de emoción y acción. Es una obra entregada para despedirse, así que obviamente habrá respuestas, cierres de historia y abrazos por montón. Son 142 minutos que deben ser disfrutados sabiendo que son los últimos de una era. No habrá otra igual.